Análisis de Trails of Cold Steel III
21 noviembre, 2019PS4
Aquí en NoesPaísparaFrikis, ya lo sabéis, somos muy de respetar y consagrar franquicias. Sobre todo aquellas que nos da bien de gustito jugar, aquellas que nos llevan acompañando ya varios años, y que nos ofrecen una bien valorada continuidad, una cuerda a la que agarrarnos, un lugar seguro. Un hogar, videojueguilmente hablando. La cosa es que este Legend of Heroes: Trails of Cold Steel III es esto que cuento en estas lineas de arriba, pero también es aquello que nos sacude, nos pega tres voces, y mientras nos estamos recuperando del griterío, nos señala con el dedo y pregunta en voz alta para que toooodos los presente en la sala se enteren.
– ¡JA! ¡Ya lo sabía gordo barbudo! ¡No has jugado ni a Trails in the Sky ni a los juegos de Crossbell!
– P-p-p-pero… esos juegos… esos juegos son de PSP y algunos ni siquiera han salido de Japón…
– ¡No es mi problema POSER! ¡A leer, gordo!
Este humillante diálogo ha tenido lugar, obviamente, en mi cabeza, pero el sentimiento, amigos, ES REAL. Porque a Trails of Cold Steel es el octavo juego de la saga Trails, que a su vez comenzó como la sexta parte de Legend of Heroes, que a su vez comenzó como la uno de los múltiples spin-off de la saga Dragon Slayer y si sigo tirando del hilo lo mismo llegamos al Pong, así que dejémoslo en que hay mucho, MUCHO lore detrás del título que hoy nos ocupa. Esto no sería un gran problema si, como en las dos primeras partes de Cold Steel, la historia fuera más o menos estanca, con pocas alusiones al pasado. Pero ay, ay amigos, Trails of Cold Steel III conecta directamente y asume que conoces lo acontecido en Trails in the Sky y sobre todo en la saga de CrossBell.
No quiero destripar nada sobre las andanzas de Rean, ahora como profesor de la clase VII, pero basta decir que es una continuación de las temáticas ya vistas, sobre las consecuencias de la guerra, las cicatrices que deja en las personas, y la existencia de poderes que se alimentan del siniestro ciclo de destrucción que es la carrera armamentística y el afán de conquista. Así que, sirva esto como aviso, Trails of Cold Steel III es un JRPG EXCELENTE, cuyo principal problema es lo perdido que se puede encontrar cualquiera que no haya jugado, no ya a las dos primeras partes, QUE TAMBIÉN, sino a todos los juegos de la saga Trails. Concretamente a los 7 que preceden al que hoy nos ocupa. Salvando este escollo, y el ya conocido del idioma, porque estamos ante un juego completamente traducido al inglés y no uno precisamente básico, nos encontramos ante uno de los JRPGs de estilo clásico mejor realizados a nivel argumental y más profundos a nivel de jugabilidad que se recuerdan por esta santa casa.
Comenzando por un sistema de combate extremadamente variado y repleto de posibilidades. Recuperamos de los anteriores títulos los ataques físicos, artes mágicas, ataques especiales (Crafts y S-Crafts), y habilidades conjuntas, y a estas le añadimos las Brave Orders y los Break Arts, que añaden nuevas capas de estrategia a un combate ya de por sí bueno. No faltarán, por supuesto, los combates con mechas que ya pudimos disfrutar en la segunda parte, con el aliciente de que Rean no es el único que pilotará a Valmar, su Bruto Mecánico. El resto de cadetes de la clase VII también se pondrá a los mandos de sus Panzer Suits para ofrecernos más y mejores batallas de “roboces”. ¿Y cuando no estamos luchando? Pues estaremos socializando, trabajando nuestras relaciones con el resto de integrantes de nuestro batallón. Ya sea mediante citas, regalos, invitaciones a cenar… o a partidas del nuevo juego de cartas que se incluye dentro el propio título, el Vintage Masters, que por sí solo es lo suficientemente profundo como para invertir en el bien de horas. La variedad y longevidad están servidos, ya que su desarrollo mediante un calendario nos va proponiendo eventos cotidianos mezclados con eventos claves de la trama. Así nos queda un juego que a nivel argumental está muy bien dosificado, y que provee la tan buscada combinación de combates climáticos cargados de épica con momentos de respiro, costumbristas, donde los personajes pueden explayarse y demostrarnos su cara más humana.
Los apartados técnicos, como viene siendo habitual en la franquicia, corren suerte dispar. Mientras que el apartado sonoro sigue siendo francamente bueno, con voces en inglés y en japonés muy adecuadas y bien actuadas, y auténticos TEMAZOS dignos de cualquier anime de aventuras, los gráficos son más bien justos, aun suponiendo una mejora sustancial con respecto a las anteriores entregas, pero como ya hemos mencionado, es justo lo que cabría esperar de esta tercera parte.
Trails of Cold Steel III es un excelente juego que, una vez más, toma las bases de los anteriores y construye sobre ellas una experiencia mejor, más madura y refinada. Su principal problema es la barrera argumental con la que puedes encontrarte si eres nuevo en estas lides. Nada, eso sí, que no se solucione con una buena tarde de Wikipedia. Así que, por tercera vez, no tengo más remedio que recomendarlo más encarecidamente posible. Si os gusta el género y no tenéis problemas con el inglés, The Legend of Heroes: Trails of Cold Steel III es un juego que os tendrá decenas de horas buceando en uno de los universos mejor construidos y con mayor continuidad y coherencia que recuerdo. Nos vemos, por tercera vez, en la Academia Thors.
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Trails of Cold Steel III
A Favor
- Excelente historia y personajes, una vez más.
- Apartado sonoro de gran altura.
- Sistema de combate profundo, refinado y mejorado.
- Horas y horas de contenido.
En Contra
- Gráficos mejorados, pero justos para lo que estamos acostumbrados a ver en PS4.
- Se asume de todo punto de vista que conoces lo acontecido en juegos que ni siquiera llegaron a ser lanzados en Europa.