Análisis de Metro Redux

Análisis de Metro Redux

23 julio, 2021 0 Por Daniel Garrido
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Se puede establecer un paralelismo muy claro entre 4AGames y Cd Projekt. Ambos estudios se encuentran en los países del este, Polonia en el caso de los autores de The Witcher y Ucrania en el caso de los chicos de Metro, y ambos se han basado en obras literarias conocidas para crear dos sagas que, aun siendo obras diferentes, han conseguido llegar al corazón de los jugadores mientras permitían a sus respectivos estudios crecer profesionalmente.

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Por eso el análisis de Metro Redux, una edición Redux que contiene Metro 2033 y Metro Last Light totalmente remasterizados, es tan importante, porque nos permite ver la evolución de un estudio del que siempre se pueden esperan altas dosis de calidad.

UNA GRAN HISTORIA NARRADA CON PULSO

En Metro somos Artyom, un joven ruso de unos veintipocos años de edad huérfano, que vive en una estación del metro de Moscú llamada La Exposición. Han pasado años desde que una guerra nuclear arrasó por completo la superficie de la tierra, haciendo que aquellos que lograran sobrevivir se refugiaran en los túneles del metro, a priori único lugar seguro. Bajo la superficie se ha vuelto a formar lo que podríamos llamar “una nueva sociedad”. La gente vive en las estaciones, que en ocasiones funcionan como ciudades independientes, pero muchas otras se agrupan bajo grupos totalmente distintos. Dos de ellos son antagónicos, los fascistas y los comunistas, ambos sistemas autoritarios que luchan por hacerse con la supremacía del metro. Junto a ellos, también se encuentra la Hansa, una agrupación de estaciones que cuenta con numerosos recursos y la Polis, una facción militar muy poderosa liderada por unos soldados de elites llamados Espartanos, encargados de defender a los habitantes del metro, siendo la Polis una de las facciones más “democráticas” ,si se puede usar todavía esa palabra en el nuevo mundo.

Por supuesto los humanos no son los únicos habitantes del metro. Debido a la radiación, han surgido especies nuevas, los mutantes. Hay de muchos tipos, y cada uno vive en un determinado hábitat tanto del metro como de la superficie. Ellos serán nuestra principal amenaza, aunque no la única. Esa otra amenaza será la que motive el comienzo de nuestro viaje, un viaje que comienza cuando un espartano llamado Hunter llega a la estación de nuestro protagonista. Su objetivo es defenderla de unos nuevos seres llamados los Oscuros, son extremadamente poderosos, capaces de despedazar a un pelotón en segundos con algún tipo de poder místico todavía desconocido. Hunter decide buscar a los Oscuros por su cuenta para saber más de ellos y si fuera posible eliminarlos, por lo que encarga a Artyom que en caso de que no se vuelva a saber nada más de él vaya a la base de los Espartanos, la Polis para trasmitirle lo que Hunter le ha contado al jefe de los Espartanos, el general Miller.

Como Hunter no vuelve, nuestra misión será trasmitir su mensaje. A partir de ahí, iremos viajando por numerosas estaciones, encontrándonos con bandidos, mutantes o la facción fascista o comunista. Conoceremos a numerosos personajes, todos con un toque único y muy bien construidos, teniendo incluso a alguno de ellos como compañero de viaje. En líneas generales la historia me parece excelente, ya que por encima de la amenaza mutante, la historia de ambos juegos plantea una serie de cuestiones morales más que interesantes. Cuestiones como la fe en la humanidad, la maldad del ser humano, la amistad, el medio ambiente o el miedo van a estar muy presentes durante todo el juego, en especial en los “cuadernos  de Artyom” que son unos coleccionables que se encuentran en cada nivel donde nuestro protagonista reflexiona sobre los acontecimientos que ocurren en la historia principal.

Es una historia dura y madura, donde la violencia explicita, el sexo y la crítica de ciertas ideologías está presente, y personalmente lo agradezco, ya que en mi opinión son elementos clave para contar una  historia que al fin y al cabo, es la de la pura supervivencia.

EL METRO DA MIEDO, PERO LA SUPERFICIE ES PEOR

Antes de iniciar partida, tanto en 2033 como en Last Light tendremos que seleccionar entre dos modos de juego, el modo supervivencia o el espartano. El primero se asemeja a la experiencia pensada para metro, donde los recursos escasean y seremos más vulnerables frente a los enemigos, el segundo modo de juego está pensando para aquellos que prefieran la acción pura y dura, ya que tendremos más munición y podremos ir más “a saco”. Personalmente recomiendo el primero, pero que cada uno lo juegue  como considere.

Tendremos tres armas de fuego a nuestra disposición. Pistolas, escopetas, rifles de asalto, subfusiles, rifles de francotirador…etc que podremos personalizar como queramos, pudiendo añadir miras, cultadas, cargadores ampliados… eso sí, cada uno tiene sus puntos buenos, y malos. También podremos comprar munición, así como botiquines, filtros o diversos tipos de granadas. Lo mencionado anteriormente implica que hay un sistema de comercio en el metro. ¿Cómo funciona?. Bueno, como en el apocalipsis el dinero no importa, la nueva moneda de intercambio son las balas de calibre militar. Son más valiosas y hacen más daño. Podremos encontrarlas por el escenario e intercambiarla por los ítems mencionados o usarlas en nuestras armas como munición, la decisión es tuya.

Durante el juego iremos alternando fases de exploración, acción y de sigilo, pero no todas se desarrollarán bajo los túneles del metro. En ocasiones tendremos que subir a la superficie, en las que serán algunas de las fases más difíciles de nuestra aventura. Para empezar, allí  se encuentran algunos de los mutantes más poderosos, pero lo más importante es la radiación. Hay demasiada, por lo que obligatoriamente tendremos que usar nuestra mascara de gas, el problema es que los filtros no duran demasiado, solo unos pocos minutos, por lo que tendremos que ir por el escenario buscándolos. Estos niveles son en mi opinión, de los mejores de la aventura, debido a la presión constante debido a la búsqueda de filtros y a la amenaza de los enemigos.

EL APARTADO GRAFICO Y DE SONIDO MANTIENE EL TIPO

A pesar de que ambos juegos tienen sus años, 2033 es del 2009 y Last Light es del 2013 gráficamente lucen a un muy bien nivel. Destaca especialmente el juego de luces, tanto de nuestra linterna o el mechero, como los contrastes entre la oscuridad del metro y la luz de las salidas al exterior. Buen diseño de personajes y de enemigos, en lo que es sin duda un apartado artístico excelente, que realmente consigue trasladarte a ese mundo post apocalíptico.

Tampoco se queda atrás el apartado sonoro. Cuenta con un buen doblaje al castellano, cosa que es de agradecer y buenos efectos sonoros. Quizás no tenga tanta presencia la BSO, entendible al ser una aventura que juega con los silencios, pero en los momentos de acción o determinadas fases de la aventura suenan canciones fantásticas, con un tono melodramático, que cuadra perfectamente con el tono del juego. Sobre el rendimiento, habiendo jugado a la versión Redux en una Xbox Series X, no he tenido ningún tipo de problema, el juego se ve y juega con fluidez y más allá de algún bug puntual como alguna física rara de algún enemigo, nada de lo que preocuparse.

En resumen, si no has jugado a los dos primeros juegos de Metro, esta es tu oportunidad, esta versión no es cara y encima viene con todos los DLC disponibles, lo cual es un puntazo. No esperes, hazte con ella.

 

 

 

9

Historia

9.0/10

Jugabilidad

9.0/10

Diseño Artístico

9.0/10

Diseño de Sonido

9.0/10

A Favor

  • Una gran historia
  • La ambientación es sublime, con un gran diseño artístico
  • La gestión de inventario está muy bien llevada
  • Personajes muy bien construidos, donde no hay ni buenos ni malos.

En Contra

  • El ritmo de juego es lento, lo que hace que no sea para todo el mundo