PREY, os encantará

Imagina por un momento que pudieras viajar al espacio. Una idílica estación espacial orbitando la Luna… Con grandes ventanales llenos de estrellas… La Tierra brillando a lo lejos como una lámpara azul en medio de la noche… Y un reguero de cadáveres de científicos asesinados a manos de unos extraterrestres con muy mala leche.

Quizá no es el viaje que estabas pensando, pero es el que vas a encontrar en el nuevo juego de Bethesda, PREY, en el que encarnaremos a Morgan Yu, un superviviente del ataque de los alienígenas Tifón a la estación espacial Talos I, que órbita la Luna. Nuestra misión será la de averiguar qué ha ocurrido, ya que tenemos amnesia y no recordamos nada del ataque ni de nuestra llegada a la estación. Dispondremos de algunas armas (muy pocas) y de unos paquetes de mejoras llamados neuromods con los que podremos ir mejorando las habilidades de nuestro personaje, como su fuerza, su salud, su sigilo, así como habilidades de pirateo, que nos servirán para desbloquear ordenadores y puertas. Será especialmente interesante desarrollar esta habilidad, ya que gran parte de la historia la iremos descubriendo a base de leer emails, escuchar grabaciones, e ir viendo qué le sucedió a los científicos antes de nuestro despertar. En cierto momento de la historia, adquiriremos la habilidad de escanear a los enemigos y aprender sus poderes, lo que nos dará muchísimo juego a la hora de desarrollar a nuestro personaje, ya que tendremos que elegir entre mejorar sus habilidades humanas, o decantarnos por los poderes alienígenas, lo que tendrá un impacto tanto jugable (los sistemas de defensa de la estación empezarán a detectarnos como alien), como argumentalmente, aunque no lo desvelaremos aquí.

Si por algo apuesta el título de Arkane Studios, es por la libertad total. Desde el primer momento vamos a poder recorrer la mayoría de la estación, al estilo Metroidvania, permitiéndonos explorar todas las zonas, aunque el hecho de acceder a ciertas partes antes de tiempo pueda hacer que nos enfrentemos a enemigos que nos superen en habilidades, por lo que tendremos que ir con cuidado de dónde nos metemos. Para sortear estos imprevistos, podemos usar una gran variedad de métodos. Uno, por supuesto, es el enfrentamiento directo, aunque la munición escasea, y los enemigos tienden a ser bastante duros, incluso en dificultad fácil. Por tanto, en muchas ocasiones tendremos que recurrir a nuestro ingenio para salir adelante, y tendremos que usar nuestro sigilo para escondernos bajo las mesas, o usar los numerosos conductos que conectan distintas partes de la estación. Un arma que nos ayudará mucho a movernos por el escenario es el cañón Gloo, que dispara una sustancia parecida a la espuma de poliuretano, pero que se endurece en cuestión de segundos, y que además de permitirnos congelar a los enemigos para golpearles tranquilamente, también se pegará a los escenarios, permitiéndonos hacer nuestras propias escaleras para acceder a niveles más altos. Como detalle, estos pegotes de gloo solidificado no desaparecen, y se mantendrán donde los hayamos disparado durante el resto del juego, lo que ayuda a darle coherencia y realismo al juego. Incluso con todo este cuidado, nos llevaremos más de un susto por culpa de los miméticos, unos pequeños alienígenas en forma de araña capaces de transformarse en cualquier objeto del escenario, como sillas, tazas, cubos… De modo que lo que a priori puede parecer una habitación vacía puede contener varios de estos enemigos acechándonos sin que nos demos cuenta.

Técnicamente nos encontramos ante un juego triple A, con todo lo que ello conlleva. Los gráficos están a muy alto nivel, exprimiendo al máximo el Cry Engine, aunque en ocasiones el efecto blur pueda marear un poco si hacemos movimientos bruscos. Se ha puesto especial cuidado en los efectos de humos y fluidos, dada la particular fisionomía de los alienígenas, que tienen el aspecto de unos filamentos negros mucosos entrelazados y humeantes, y que resultan muy impactantes en pantalla. Si jugamos en la versión de PC, hay que tener en cuenta que los requisitos para mover el juego de forma fluida serán elevados.

Los escenarios resultan muy variados, ya que en ciertas partes todo será metálico y reluciente, y en otras nos encontraremos una lujosa decoración Art Decó, que recuerda a juegos como Bioshock o Dishonored. También tendremos zonas con abundante vegetación, y paseos espaciales en gravedad cero. Todo ello contribuye a que la ambientación no sea nada repetitiva. En el apartado sonoro destaca su perfecto doblaje al castellano, lo que nos facilita mucho el seguimiento de las misiones y las grabaciones que recojamos sin necesidad de leer subtítulos, algo que siempre es de agradecer. Los efectos de sonido también están muy cuidados, y cada enemigo tendrá sus sonidos únicos que nos permitirán identificarlos sin verlos. La banda sonora cumple su cometido a la perfección, y no se vuelve pesada ni estorba. Servirá para realzar los momentos de tensión o dramatismo, así como dotar de personalidad a cada zona del escenario.

Como punto negativo, destacar que los tiempos de carga son algo elevados, y los cambios de zona pueden durar algunos minutos, lo que puede resultar algo molesto si morimos a menudo, o si vamos a estar viajando de una zona a otra de la estación sin entretenernos mucho.

En resumen, un gran título para todos los amantes de la ciencia ficción, el sigilo, y los monstruos con tentáculos. Su elevada dificultad y su estilo de juego, que no está enfocado al enfrentamiento directo, podría afectar a sus ventas, pero si os gusta el estilo de juego de Dishonored, os encantará PREY.