The Legend of Zelda: Echoes of Wisdom

Hace apenas dieciséis meses llegó al mercado la anterior entrega de la saga Zelda (el inmenso Tears of the Kingdom), y ya tenemos aquí a su sucesor. Nos encontramos, en esta ocasión con una experiencia diferente, de marcado sabor clásico, que ha sabido conjugar lo mejor de las entregas modernas con la jugabilidad que hizo grande a la saga. Una nueva obra maestra.

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Por primera vez en la saga principal encarnamos a la princesa Zelda y no a nuestro espadachín favorito. Un cambio de protagonista que ha tardado en llegar y que nos hace preguntarnos cómo no habíamos pensado antes en esa posibilidad. Se invierten los papeles y esta vez será la dama en apuros la que tendrá que rescatar al intrépido guerrero. Pero tranquilos que Zelda viene cargada con un arsenal de poderes y herramientas que hará que no echemos de menos a Link en ningún momento. Desde los primeros compases del juego contaremos con la ayuda de Tri, un ente mágico que nos acompañará durante toda la aventura flotando a nuestro lado. Gracias a su cetro, iremos ganando habilidades y mejorando sus poderes hasta convertirnos en una verdadera herramienta multiusos. Podremos replicar objetos y enemigos, moverlos a distancia y valernos de ellos para desplazarnos por el espacio, lo que nos otorga cierta libertad a la hora de enfrentarnos a los múltiples puzles y combates que nos aguardan.
De alguna manera simplifica las mecánicas innovadoras que han convertido en juegos imprescindibles a las últimas entregas principales (Breath of the Wild y Tears of the Kingdom) y las introduce en un mundo de juego más pequeño y abarcable. El mapa nos guiará por los objetivos principales en lugar de soltarnos en mitad de un gigantesco mundo abierto para que busquemos nuestro camino.
Esta integración de mecánicas (y de épocas) nos ha parecido el gran acierto de este nuevo The Legend of Zelda. Creemos que permitirá disfrutar del título a un mayor número de personas ya que tanto los más jóvenes como los jugadores de perfil más ocasional no se sentirán abrumados por la inmensa escala de los anteriores.
Entre las novedades también destaca el mundo del vacío. A través de unas grandes grietas que cubren todo Hyrule accederemos a una realidad paralela donde deberemos rescatar a los compañeros de Tri con el objetivo de cerrarlas y así frenar su expansión. Estas secciones aportan variedad al desarrollo y cuentan con algunos de los diseños más divertidos a la hora de avanzar por los escenarios.

Otra novedad es el regreso de Dampé. El personaje recuperado del último Link’s Awakening que nos enseñaba a crear mazmorras es ahora un inventor especializado en las criaturas mecánicas. A cambio de ciertos ecos y objetos especiales (que podremos conseguir en los diferentes minijuegos) nos hará entrega de los llamados autómatas, robots inspirados en algunos enemigos, que pueden facilitarnos mucho los enfrentamientos.
Conoceremos también a un mercader que creará bebidas con los materiales que vamos encontrando por el mapa y como recompensa al derrotar enemigos. Descubriremos recetas probando combinaciones hasta encontrar verdaderas pócimas milagrosas que nos otorgarán vida, más velocidad al desplazarnos o una mayor defensa ante los elementos.
Por lo demás estamos ante un Zelda de lo más clásico. Desde una perspectiva isométrica (con cambios breves a 2.5D gracias a sus abundantes secciones de plataformeo) iremos explorando por un mapa muy variado y lleno de diversidad en sus diferentes regiones. En ellas descubriendo cofres, cuevas, poblaciones y grandes mazmorras. Si, regresan por todo lo alto las mazmorras, con su mapa, sus llaves y su jefe final. Especial mención a la del pantano de Farone, que hemos disfrutado mucho por su inteligente e intrincado diseño, y que casi nos daba pena completar.
Incluso contaremos con las armas más tradicionales de Link (espada, arco y bombas), que podremos utilizar, aunque siempre de manera limitada, gracias a una habilidad recargable representada por una barra en pantalla que se irá vaciando con su uso y que mejoraremos intercambiando materiales.

En el apartado gráfico The Legend of Zelda: Echoes of Wisdom destacaremos ese aspecto preciosista, que parece sacado de la mejor película de animación, tanto por su colorido como por algunos efectos como el agua y el fuego. El diseño de personajes y sus animaciones son de gran factura y el comportamiento de los enemigos es el adecuado. No tanto es así en el caso de los jefes, cuya dificultad es en general baja y las mecánicas para derrotarlos demasiado evidentes.
Lo único que desluce el conjunto es el rendimiento. Especialmente cuando nos encontramos en exteriores y en presencia de tan solo un par de criaturas, el framerate, o tasa de imágenes por segundo, se resiente notablemente. La fluidez peca por su ausencia en estos momentos y nos recuerda constantemente la necesidad de un nuevo hardware que haga justicia a estos grandes proyectos. Por suerte cada vez queda menos para conocer a la sucesora de Switch…
El sonido como siempre es fabuloso. Cada raza que encontramos (como los goron, zora o gerudo) cuenta con una melodía propia y reconocible que sonará en sus territorios y que parece caracterizar el temperamento de cada una de ellas. El nuevo tema principal es épico y grandioso y sorprende con breves pasajes en forma de homenaje a las melodías clásicas en determinados momentos. Algo que también sucede con los efectos de sonido, que acompañarán a nuestras acciones dotando de mayor satisfacción si cabe a cada cofre, pieza de corazón y llave que consigamos.

En cuanto a la duración, hemos quedado más que satisfechos. Acabamos la historia principal en unas 18 horas habiendo completado casi todas las misiones secundarias y a falta de algún objeto opcional. En total calculamos unas 20 horas para los más completistas. No esperábamos las decenas de horas de los anteriores sandbox de la saga pero sigue siendo una duración adecuada para los estándares del género.

Con este The Legend of Zelda: Echoes of Wisdom la longeva saga de Nintendo combina con maestría el estilo de juego más clásico con la libertad de acción de las últimas entregas. Ofrece muchas horas de diversión para toda la familia en un producto de un gran acabado que será un placer de jugar y disfrutar de principio a fin.