Bloodstained: Ritual of the Night
9 julio, 2019Una maravillosa consecuencia.
Estar durante 8 horas en el trabajo haciendo siempre lo mismo, repetir la misma tarea de forma anodina durante uno y otro y otro y otro día es un aburrimiento. La tarea se convierte en algo mecánico, sin sentido, vacio, que poco a poco elimina la personalidad del trabajador confundiéndolo con una maquina y que hunde, con el tiempo y si no se tiene cuidado, a cualquier persona en la miseria. Pero cuando esto, encima, sucede a sabiendas y motivado por tus jefes deja de ser un aburrimiento para convertirse directamente en una buena, seamos francos, “PUTADA”. Que tu jefe te condene a realizar tareas irrelevantes, insustanciales y con el único motivo de mantenerte aislado del funcionamiento normal de la empresa puede provocar, y provoca, en el trabajador un estado de aburrimiento crónico y unas ganas de ahorcar al patrón por los testículos que no son ni medionormales.
Seguro que también te interesa nuestra review de Metaphor: ReFantazio
Suscríbete a nuestro canal de Youtube
Y es que, aunque no lo sepáis, esto existe e incluso ya tiene nombre científico. Se llama Síndrome Boreout y es la nueva tortura comunista que se les ha ocurrido a nuestros amables, queridos y estimados jefes. En el afán de reducir costes y maximizar beneficios las empresas han descubierto que sale más económico apartar en un rincón a un trabajador y seguir pagándole el sueldo mensualmente hasta que ese pobre hombre se aburra, cosa que sucede bastante pronto, y decida irse por su pie y ahorrase así le costosa indemnización.
Esto es algo que sucede en todo el mundo y a todo el mundo, y nuestra querida industria consolera no se escapa de esta adorable practica empresarial. Que se lo pregunten al protagonista de este análisis. El señor Koji Igarashi paso de ser pieza y eje central de una de las IP’s más queridas por los usuarios a pasarse el día picando código, como cualquier buen becario, y desarrollando juegos de corte…digamos más casual. Y es que pasar de estar tras obras maestras como “Castlevania Symphony of the Night” a trabajar en juegos sociales, con todos mis respetos a los amantes de estos juegos, hunde en la miseria a cualquier desarrollador. Esto es como si tras jugar como delantero centro en la selección nacional pasas a limpiar las letrinas del Club Deportivo Bullense. Puedes hacerlo durante unos días pero lo más normal es que a la primera de cambio salgas corriendo mentando a la santa madre del jefe.
Arrancar de esta forma el análisis viene a cuento ya que BloodStained es una consecuencia, muy dulce, de esta situación. Igarashi cansado de no tener tareas relevantes, de no contar con responsabilidades y ser relegado a la inopia laboral decidió huir para hacer lo que mejor sabe hacer, crear videojuegos. BloodStained esa nueva entrega de la saga vampírica que todos estábamos esperando pero que nunca llegaba y que ahora al fin nos llega gracias a 505games y a una exitosa campaña, sin precedentes, en kickstarter. Su argumento es sumamente sencillo. Somos Miriam una ligafragmentos, unos humanos modificados por los alquimistas para absorber almas demoniacas, ha despertado de un largo letargo y debe de derrotar al villano de turno Gebel, que es como no podía ser de otra forma, un antiguo amigo de Miriam. Un argumento sencillo para un juego que basa todo su encanto a una jugabilidad que, salvo para algunos títulos, parece olvidada y que intenta rescatar de nuestra memoria conceptos casi relegados a mitos nostálgicos como mapa, bestiario o backtraking.
Hechas las presentaciones pertinentes y asumidos los roles, ArtPlay se pone manos a la obra para hacer que el viaje del jugador sea los más genuino y divertido posible. Pronto nos daremos cuenta que el maestro Koji ha imbuido en este BloodStained el espíritu de aquella saga a la que dedico más de 20 años de su vida. Cambian los nombres, localizaciones y personajes pero todo está exactamente igual a como esperaríamos que estuviera, Koji cambia todo para no cambiar nada. Y esta es una particularidad muy a tener en cuenta a la hora de enfrentarse al juego ya que en los primeros compases todo recuerda poderosamente a títulos como SOTN o AOS (si no sabéis a que pertenecen estas siglas quizás no deberías estar leyendo esta review), tanto que algunos jugadores han achacado esto como un punto negativo.
Y es que BloodStained, como buena reinterpretación los Castlevania, sigue a pies juntillas las bases que esa misma saga estableció y que han seguido una cantidad ingente de títulos desde entonces creando un género propio, los Metroidvania. Y como buen representante del genero tendremos que explorar un enorme mapeado, repleto de plataformas que salvar, liquidando a todos los enemigos que vayan saliendo en pantalla, derrotar jefes finales, adquirir nuevas habilidades para volver sobre nuestros pasos y desbloquear nuevos caminos y así hasta el infinito…bueno en este caso unas 10 o 15 horas dependiendo de lo completistas que seamos. Pero decir todo esto y hacerlo funcionar son dos cosas muy distintas. En este apartado Artplay ha cuidado cada detalle del juego para que la experiencia sea todo lo satisfactoria que el jugador espera. Cada una de las salas del mapeado está pensada y diseñada para que cada elemento tenga su sentido, los enemigos están puestos con toda la mala leche del mundo para conseguir acabar con nosotros, los caminos se irán interconectando formando atajos y nuevas rutas alternativas llevando el concepto del “backtraking” a un nuevo significado y a todo eso suma un ritmo frenético gracias a una progresión de personaje que parece no acabar nunca gracias a las constantes subidas de nivel, el sistema de poderes gracias a los fragmentos y a las alteraciones de nuestros Stats gracias al equipamiento, que por cierto, será visible en el personaje. Pero todo lo dicho no valdría para nada si el manejo de nuestro protagonista no estuviera a la altura, gracias a dios todo es como debiera ser. Físicas de golpes, enemigos y saltos ajustadísimas y un control preciso, a la par que perfecto, hacen la aniquilación de demonios una tarea tan adictiva como la droga y tan placentera como el sexo. Como he dicho antes recuerda mucho, muchísimo, a los clásicos pero lo hace todo tan bien que es tan fácil dejarse llevar por la experiencia que nos propone Igarashi que solo podremos rendirnos a sus pies y a los de la bella Miriam.
En la vertiente técnica podemos seguir viendo todo el cariño, mimo y amor que Igarashi a puesto durante los 4 años que ha tardado en dar forma a BloodStained. Ahora entendemos perfectamente a que se ha debido tanto retraso, el resultado final es, en conjunto, perfecto. Es como cuando te toca esperar a tu chica 5 minutos más pero cuando sale a la puerta ves que la paciencia a valido la pena. No me canso de ver lo versátil que es el motor Unreal 4, ya no se en cuantos géneros se ha usado pero me parece que se adapta perfectamente bien a todos ellos. Los escenarios son recargados, góticos y alguno de ellos de una belleza digna de “pantallazo y tweet”. El diseño de personajes esconde un gran trabajo de diseño artístico, queda patente solo con mirar lo variado del bestiario, y ese look 2’5D le da ese toque entre de transición entre lo antiguo y lo moderno que pega bastante bien con la época en que se ubica el juego. Es cierto que quizás no es el juego más bonito que podemos encontrar en este género pero no es menos cierto que sin duda se encuentra entre los mejores. En la versión que hemos analizado, XBOX One, el juego se muestra fluido en animaciones y no se aprecian excesivos bajones en los 60 frames a los que suele moverse siempre. Lo de la música en BloodStained no tiene nombre, bueno si que lo tiene, Michiru Yamane. La compositora vuelve a regalarnos los oídos con melodías que se ajustan de manera perfecta a lo que vemos en pantalla y que se graban a fuego en nuestras cabezas. En cuanto al doblaje el juego llega en un Ingles y japonés y una traducción, digamos, justita al castellano.
BloodStained es una maravillosa consecuencia al calvario que Koji Igarashi sufrio en sus últimos años en Konami, tiene todo lo que el genio japones tenía en su cabeza para su próximo gran juego mientras estaba haciendo “mierdas” casuals obligado por el ultimo fichaje, en aquella época, de Konami…en definitiva BloodStained tiene todo lo que esperas de un buen Metroidvania y mucho más. Plataformas, acción, un mapeado por el que perderse, una progresión de personaje enorme, cientos de enemigos a los que derrotar, miles de secretos a encontrar, rejugable hasta decir basta. Que se parece a la saga de los Belmont, pues claro que sí, y gracias al cielo que así es porque hace mucho tiempo que los jugones de toda la vida estamos esperando algo como BloodStained y no hay excusa alguna para que no lo disfrutéis.
- Cuerpecito, de Tuono Pettinato - 15 noviembre, 2024
- Ravenswatch se lanza en consolas el 28 de noviembre de 2024 - 14 noviembre, 2024
- Call of Duty: Black Ops 6 . Análisis - 11 noviembre, 2024