Análisis Yooka Laylee and The Impossible Lair
27 octubre, 2019Análisis Nintendo Switch
Hacer las cosas como uno cree que deben de hacerse no es nada fácil. La vida nos va poniendo ante encrucijadas en las que las que ni siquiera podemos optar a elegir que camino es el que nosotros creemos que tenemos que seguir. A veces para conseguir hacer las cosas como uno cree que se han de hacer, hay que dar un autentico salto de fe, abandonarlo todo, cerrar los ojos y lanzarse hacia el vacío con la creencia en tu trabajo como único paracaídas. Esto dicho así parece un pensamiento profundo, o depende de como te hayas levantado esta mañana…pretencioso, pero es algo que cualquier persona hace todos los días y es algo que vivieron en sus propias carnes los componentes de la actual PlayTonic. Antiguos integrantes Rare, una compañía que marcaba el manual de estilo a seguir, que dictaban las normas de como se tenían que hacer las cosas con cada videojuego que lanzaban. Componentes de un gran estudio que ahora se veían relegados a una esquina para desarrollar…cosas… para un periférico que ni ellos mismos veían futuro. Personas que, con el único crédito de sus ideas, decidieron abandonar el barco, dejarlo todo y saltar a lo desconocido para fundar su propio estudio, para hacer las cosas como ellos creían que habían de hacerlas. Y gracias a esa fe ciega sus ideas hoy podemos disfrutar de Yooka Laylee and The Impossible Lair
Y es que se podrán decir muchas cosas de PlayTonic, pero que no son fieles a su estilo no será una de ellas. El primero de sus juegos, Yooka-Laylee, fue una vuelta al origen de los plataformas 3D. Un intento de dar un digno sucesor, al menos espiritual, a ese fantástico plataformas que sacaba musculo en la poderosa N64 y hacía caer rendido a sus pies a toda aquella, por entonces joven, crítica de videojuegos. Y aunque el experimento de Yooka-Laylee no les salio lo que se dice “redondo” si que dejo claras las intenciones de PlayTonic. Tomar el testigo, al menos espiritual, de una Rare que hace tiempo que perdió el norte y no tiene pinta de, ni siquiera con los esfuerzos del tito Phill Spencer, dar con la tecla para recuperarlo. Ahora PlayTonic vuelve a intentarlo con este Yooka-Laylee and The Impossible Lair. En este nuevo intento viajan más atrás en la historia de Rare para traer su particular homenaje de uno de los clásicos por excelencia de Super Nes “Donkey Kong Contry”.
Y no decimos esto a la ligera. Esta nueva aventura de Yooka-Laylee toma “prestadas” algunas formulas que ya se usaron para el clásico plataformas. Correr, saltar, golpear y rodar serán indispensables para superar cada una de las fases y conseguir rescatar a cada una de las abejas que forman el ejercito personal de la reina, esenciales para poder hacer frente a la fase final del juego. Todo esos movimientos, mecánicas y animaciones, aunque nos suenan y recuerdan mucho al rey de los monos, se adaptan perfectamente a Yooka-Laylee, tanto que cualquier nuevo jugador que no poseyera uno de esos “cerebros de la bestia” los daría como propios a estos personajes. Las distintas fases que tendremos que superar son variadas, tanto en diseño como en mecánicas a usar y resultan lo suficientemente desafiantes como para repetirlas una y otra vez en busca de todas las plumas y monedas escondidas por los rincones de cada nivel.
Estas de plataformas 2D son el núcleo duro del juego, pero Yooka-Laylee and The Impossible Lair también pone sobre la mesa el llamado Supramundo. Esto vendría a ser algo así como el mapa de selección de niveles que podemos encontrar en juegos como Super Mario 3D World. Aunque las similitudes terminarían en que en ambos podemos desplazarnos por un entorno 3D ya que PlayTonic querer evolucionar este concepto e ir un poquito más allá. En el Supramundo nos desplazamos por un vistoso mundo en 3D donde iremos encontrando todas las fases del juego, 40 en total. En un principio parece un mero mapa o selector de niveles pero al poco ya veremos que es algo más profundo y forma parte de la propia jugabilidad del juego. En el Supramundo tendremos que ir usando las monedas que encontremos en las fases normales del juego para ir desbloqueando una serie de peajes que nos irán bloqueando el camino a distintas zonas. Como es lógico los primeros peajes serán fáciles de afrontar pero conforme avancemos en el juego nos veremos obligados a repetir fases para recoger las monedas que hemos dejado atrás para poder pagar las excesivamente caras tasas de Trowzer, dueño de estos controles. Además determinadas acciones que hagamos en este nivel permearan en las fases de plataformas, en algunas ocasiones cambiando sus mecánicas y manera de afrontarla por completo.
Otro añadido interesante son los distintos puzzles que iremos encontrando en este mapa 3D o los llamados “Tónicos”, unos viales que tienen la capacidad de cambiar la jugabilidad de Yooka-Laylee de manera radical, por ejemplo haciendo a los enemigos más fuertes, añadiendo un multiplicador a las plumas recogidas o poniendo un filtro a lo “Game boy” a la pantalla. Hay 62 repartidos para encontrar. Pero sin duda alguna el añadido más interesante es la inclusión de la fase final accesible desde el minuto 1, al más puro estilo Breath of the Wild, de hecho será el primer nivel que nos obligarán a jugar para que veamos que intentar derrotar a Capital B, el villano del juego, no es “moco de pavo”. Podremos acceder a el tantas veces como queramos pero ya avisamos que intentar pasarnos esa fase sin haber conseguido liberar a todas las abejas del resto de fases es algo inviable, me atrevería a decir que incluso con todo terminado es casi imposible también.
En el apartado gráfico solo podemos deshacernos en elogios. PlayTonic le ha cogido “el truco” al motor Unity y nos ofrece un mundo colorido, variado y muy simpático. Todos los personajes tienen unos buenos modelados, que no geniales, y están bastante bien animados. Ademas el juego esta perfectamente optimizado y se mueve siempre a unos rapidísimos 60 fps para todas las plataformas. Jugar a Yooka-Laylee and The Impossible Lair en Nintendo Switch, versión analizada, es toda una experiencia, el juego luce muy resultón en el modo portátil y en modo dock continua mostrandese muy bonito. En la banda sonora encontramos un estupendo trabajo de David Wise y Gran Kirkhope, viejos conocidos de la factoría Rare, que han compuesto unas melodías muy joviales y pegadizas. El juego nos llega doblado al castellano, cosa que es de agradecer en un juego que sale a la venta por escasos 30 pavos y gesto que ya podrían a prender otras grandes distribuidoras.
Las conclusiones finales después de jugar bastante a esta nueva aventura de PlayTonic son mas que satisfactorias. Yooka-Laylee and The Impossible Lair es divertido, bonito y desafiante y aunque en ocasiones recuerde mucho a otros títulos, quizás demasiado, incluye los suficientes añadidos de cosecha propia para que el juego gane entidad por si mismo. Ademas es lo más parecido que vamos a jugar a un juego de la vieja Rare en mucho tiempo y eso ya es mucho a decir en su favor.
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