Análisis para Nintendo Switch

El rol, con risa, entra.

Quizás lo que más sorprenda de este videojuego, con un marcado estilo oriental tanto en su estética como en sus mecánicas, es que esté desarrollado por un estudio occidental como es el de Aristan Studios, afincado en actualmente en Quebec, Canadá, aunque inició su andadura en París. Y sorprende también porque desde que se inició la saga de Neptunia, allá por 2010, los estudios encargados de sus diversas iteraciones han sido siempre japoneses. Pese a este cambio de estudio de desarrollo, que nadie se tema lo peor porque el espíritu de la saga sigue intacto: sobre todo su humor y sus múltiples referencias metatextuales que funcionan francamente bien. Sin duda, lo que más ha cambiado ha sido su aspecto gráfico, donde hemos dejado de lado las habituales 3D para enfocar el juego en un Action RPG en dos dimensiones que le sienta de maravilla: no me cabe duda de que su apartado gráfico es una de sus mejores bazas y cualquier que vea las imágenes que acompañan a este texto podrá estar de acuerdo conmigo, como suele ser norma en la mayoría de juegos para Nintendo Switch.

Pero dejemos de divagar y centrémonos por unos instantes en su argumento: tan surrealista y divertido como la saga ha propuesto siempre. Nos encontramos en el ficticio universo de Gamindustri, donde las 2D reinan a sus anchas y los Bombyx Mori hacen cumplir las duras reglas de este tipo de videojuegos. Su crueldad no conoce límites y obligan a los habitantes de este mundo a entregar videojuegos en dos dimensiones como tasas con las que poder subsistir en Gamindustri. Y pobre de aquellos que no cumplan con sus expectactivas… Será en este universo donde despierte Neptunia, sin recordar quién es ni qué hace allí: algo que les sucederá, curiosamente, a las acompañantes que conformarán el cuarteto protagonista y el equipo que deberá combatir el mal en Gamindustri. Sí, lo de la amnesia es un clásico en esta obra, pero gracias a las propias bromas que de ellos se hacen y del humor metatextual reinante en el argumento, todos los aspectos ya tan manidos en los RPGs tienen un pequeño aire nuevo. A ellos hemos de sumarle que varias de las secuencias narrativas están desarrolladas como si de una novela visual se tratara: nos encontraremos en estos casos que los personajes dejan de ser estilizados y pasan a tener un aspecto infantilizado, con enormes cabezas que dan otro toque más desenfadado, si cabe, a la historia. Todo ello no esconde que más allá de su humor ingenuo y para todas las edades, el juego no ofrece mucho más en su apartado narrativo: la historia es correcta y se adereza con toques de humor que, sinceramente, ayudan a digerir una historia un tanto trillada ya.

Los combates, por su parte, funcionan bien: estamos ante un Action RPG en el que podremos controlar un total de cuatro personajes que sobre sus cabezas tendrán asignados un botón con el que hacerlos combatir. Previamente al combate, podremos escoger qué tipo de habilidad les asignamos (habilidades más agresivas, mágica, de cura, de soporte…) que podremos variar según la formación que escojamos y haciendo rotar a los combatientes. Cada habilidad gasta una serie de Action Points que se rellenan de manera automática con el tiempo. Podremos combinar habilidades de las diferentes guerreras para crear combos más mortíferos con lo que lograr aniquilar a nuestros enemigos. Estos están diseminados por los diferentes escenarios que componen el juego y entraremos en lid contra ellos al tocarlos: si los golpeamos antes de atacarlos, empezaremos el combate con una serie de AP ya acumulados, con lo cual la ventaja está clara. Por supuesto, hemos de sumar las diferentes armas, armaduras y accesorios que modificarán nuestro estado pero que además vendrán con una serie de habilidades que podremos aprender acumulando los puntos necesarios para que una vez completada la barra de aprendizaje podamos quedarnos dicha habilidad sin necesidad de llevar el arma o el accesorio que nos la había habilitado en un principio. Por supuesto, tenerlas activas gastará una serie de puntos que serán limitados y con los que deberemos sopesar qué habilidades tener activas y cuáles no… Sumémosle, por si ya no fuera poco, que cada vez que ataquemos la barra de Break Attack se irá acumulando y, una vez completado uno de sus varios segmentos podremos activar las habilidades más destructivas de nuestras guerreras.

Todo esto que sobre el papel funciona perfectamente hemos de hacer notar que no está claramente explicado: al juego no le faltan sus numerosos tutoriales, pero hay ciertos aspectos que no se explican y que dejan al jugador un tanto desubicado. Es cierto que con un poco de práctica y probando diferentes cosas uno puede llegar por si solo a ciertas conclusiones, pero no estaría de más que el juego nos ayudara a ello.

Pero no de combates únicamente vive el videojuego: Neptunia puede saltar para poder alcanzar ciertas plataformas en los diferentes pueblos que visitamos y en las numerosas mazmorras que recorreremos. El plataformeo, que nos ha de ayudar a avanzar en los niveles y a alcanzar algunos cofres y salas un tanto escondidas, no funciona todo lo bien que debería: el control es inexacto y muchas veces le cuesta responden con rapidez y, simplemente no responde. En varias ocasiones me he visto que pese a pulsar el botón de saltar, Neptunia no saltaba, sobre todo tras haber caído ya anteriormente al vacío y en los instantes que se está recuperando de dicha caída: hay ahí un lapso de tiempo en el que no es capaz de recibir según que órdenes de nuestro mando. Esto no sería un problema si no fuera porque saltar es una dinámica esencial en el juego y porque algunos de sus minijuegos son pruebas contrarreloj en los que deberemos completar un recorrido saltando. Esperemos que en un futuro parche este lag de tiempo entre pulsar el botón de saltar y que Neptunia salte se vea mejorado.

Como todo buen RPG que se precie, nos vamos a encontrar con una cantidad ingente de misiones secundarias, realmente abrumadora, pero por desgracia es uno de los aspectos peor cuidado del conjunto: buscar objetos, eliminar enemigos, recolectar ciertos elementos… El diseño de estas misiones es extremadamente sencillo y su recompensa no invita realmente a invertir horas en ellas.

Por fortuna, el diseño de los escenarios es realmente notable: como lienzos pintados a mano, con un uso del color realmente exquisito, nos vamos a encontrar con una diversidad de escenarios remarcables. Tampoco se queda atrás el diseño de los enemigos. Sin duda, el acabado artístico del videojuego es una de sus bazas y saben aprovecharla como es debido.

 

Es una lástima que no hayan cuidado más la narrativa del juego y su guion así como el diseño de sus misiones, pues se acaban haciendo repetitivas a la larga: todo empaña, con el discurrir de las horas, el buen hacer en el sistema de combate, ágil y fluido, así como el acabado visual del juego que es una verdadera gozada. Las voces, en inglés y japonés, son buenas y sus interpretaciones muy correctas. Todo ello acompañado de un apartado musical que acompañan al ritmo alocado y al humor del videojuego. Super Neptunia RPG para Switch es una puerta de entrada para los más jóvenes al mundo de los Action RPG gracias a su combate y a su sentido del humor: si le perdonamos sus errores, seremos capaces de poder disfrutar de sus virtudes, que no son pocas.