New Super Mario Bros. U Deluxe

Análisis Switch

Nintendo ha tomado valiosas lecciones de sus fracasos. Esto me parece difícilmente discutible. Concretamente, de Game Cube aprendió que no se puede lanzar una nueva “Nintendo” si no viene acompañada de un rutilante título protagonizado por Mario o por Link. NES, Super Nintendo y Nintendo 64 vinieron escoltadas por el último pelotazo del bigotudo fontanero. Wii y Switch, con una nueva y flamante aventura en el reino de Hyrule. WiiU vino… con poca chicha. Para qué negarlo.

Veintitrés títulos acompañaron a la sexta consola de sobremesa de Nintendo, la mayoría de ellos third party. De la mano de Nintendo solamente dos. Nintendo Land, que era básicamente un Wii Sports para presentar las posibilidades del tabletomando, y una nueva entrega de la saga que intentó revitalizar la vertiente bidimensional de Mario. New Super Mario Bros. En este caso, con una U al final. Esta sub saga viene quedando en tierra de nadie desde su nacimiento en la ya pretérita Nintendo DS. El original era un juego demasiado clásico en su desarrollo, y no aportaba ninguna de esas brillantes ideas a las que nos tiene acostumbrados Nintendo. Los títulos posteriores construían sobre la base del título portátil y ampliaban con nuevos disfraces, dinámicas multijugador, e incluso basando gran parte de su diseño en mecánicas ya superadas, pero con una nueva vuelta de tuerca. Y entonces llega New Super Mario Bros. U, la apuesta de Nintendo y su WiiU por un Mario bidimensional de calidad como título de salida. El final de la película de WiiU ya lo conocemos todos, pero gracias al port del título que nos ocupa, que incluye todo el DLC y algunas novedades, el 2019 de Switch empieza con muy buen pie.

Ningún plataformas en 2D, ya no digo de Mario, digo en general, ha alcanzado aún el nivel de los dos Super Mario World de SNES. No obstante, New Super Mario Bros. U Deluxe es, dejemos esto claro también, el mejor título en la subsaga “new”. Es, de hecho, el único juego que puede mirar sin sonrojarse a sus semejantes de 16 bits. Y lo es porque toma una enorme cantidad de ideas del primer título de Mario en El Cerebro de la Bestia y los pone en práctica con enorme solvencia. Desde la colocación de los ítems, los escenarios con multitud de elementos cambiantes, la distribución de cientos de pequeñas estancias ocultas, así como el toque de ingenio y habilidad necesarios para acceder a ellas.Incluso de un vistazo al mapa, vemos los caminos que se bifurcan, las casas encantadas, los castillos donde nos espera la numerosa prole de Bowser, los barcos voladores. Todo en New Super Mario Bros U. Deluxe evoca las sensaciones que teníamos cuando recorríamos las Llanuras del Donut a lomos de nuestro fiel Yoshi.

Además, los nuevos items heredados de la nueva saga y los creados para esta ocasión, otorgan aún si cabe más variedad a un desarrollo que como viene siendo costumbre en la saga, utiliza la ya conocida estructura de “Una fase, un concepto” que atraviesa la repetitividad y la monotonía como un Mustang alunizando en el escaparate de un SevenEleven. Puedo contar con los dedos de una mano las veces que jugando a este título he dicho para mí mismo “Ah, esto es como la fase de antes”. A esta tremenda variedad se le une además el acicate completista que el trío de monedas estrella presente en cada nivel, y que exige algo de atención al principio, y verdadera habilidad una vez avanzado el juego si queremo obtenerlas. Al ser opcionales, claro, se convierten en el sistema que el título tiene para modular su dificultad de forma dinámica, recompensando al jugador habilidoso con nuevos desafíos, pero permitiendo siempre el avance a quién opte por pasar de ellas.

Para dar posibilidades a todos, en la línea de Nintendo, los añadidos de esta versión Deluxe están orientados a allanar el camino a los menos habilidosos, en este caso con la adición de dos personajes. La pequeña Toadette, que es básicamente la personificación del modo fácil. Porque Toadette no tiene la misma inercia que el resto de personajes, siendo mucho más precisa en sus aterrizajes. Porque Toadette obtiene las vidas de tres en tres. Porque Toaette puede nadar en cualquier dirección sin andar machacando el botón de salto. Y porque si obtiene un item que es una corona, se convierte en Peachette, que es una suerte de Princesa Peach con trenzas que puede planear y darse un gran impulso en el último momento de su salto para escapar de las garras de la muerte. Pero no contentos con esto, se añade como personaje jugable al Caco Gazapo, que es básicamente inmortal, salvo que caiga al vacío. Eso sí, tanto es el poder de este bichejo que cuando superas una fase ni siquiera queda marcada como pasada. Es la forma en la que Nintendo te recuerda que los ganadores no toman drogas ni juegan con ese tipo de personajes.

Y por último, pero no menos importante, como colofón a este port, se incluye el DLC New Super Luigi U, que es una más que agradecida adición al paquete. Las fases de este contenido adicional se perfilan casi como speedruns. Mucho más cortitas y frenéticas, ya que sólo contamos con 100 segundos para superarlas, y además tendremos que hacerlo a la vez que nos habituamos a manejar a Luigi y su extraña ingravidez. Este modo es ideal si se me permite apuntarlo, para los que como yo, jugamos en transporte público. Un par de niveles de camino a la oficina, otros dos o tres a la vuelta. Y como un señor.

Podemos concluir que New Super Mario Bros. U Deluxe es un port que ofrece poco a aquel que lo disfrutara plenamente en WiiU, pero que es obligado si por el contrario, se desea una nueva aventura del fontanero en su vertiente más tradicional. No es una explosión de creatividad y auténtico asombro como en su día fueron Super Mario World y Yoshi’s Island, pero sí es un plataformas en 2D de calidad, variado, desafiante y pleno de contenido, que además cuenta con la aventura de Luigi para cambiar de tercio si en algún momento nos cansamos del juego principal. Un Mario en 2D de pleno derecho, que merece aparecer en una consola de éxito y llegar a mucha más gente. Que merece, qué duda cabe, una nueva oportunidad. Un final feliz.