Análisis Sparklite
16 diciembre, 2019Ps4
Mucho ha llovido desde que el maestro Shigeru Miyamoto programo para una rudimentaria Famicom el primer y mágico The Legend of Zelda. Ha llovido tanto como 33 añitos de nada. Y no es que Miyamoto inventara los juegos de aventuras, ya los había por aquel entonces, pero sí que estableció unas bases jugables que se han mantenido, más o menos, intactas hasta la fecha. Arranco la reseña del juego que hoy traemos a portada hablando de Miyamoto y de su Zelda por la sencilla razón a que gracias a el hoy podemos jugar y disfrutar de Sparklite. Un juego de aventuras que intenta dar un pequeño remozado de actualidad a unas bases jugables que se demuestran solidas como una roca.
Ahora tras leer el párrafo anterior y ver el tráiler que da paso a este párrafo no pensar que estamos hablando del enésimo clon de Zelda. Que use esquemas similares a los del clásico de Nintendo no significa que sea una copia, si dijéramos eso tendríamos que decir lo mismo de casi todos los juegos de aventuras de las ultimas décadas. El juego de Red Blue Games incorpora los aportes suficientes para salir airoso de tal afirmación. Así que a la consabida exploración del mundo en busca de mazmorras a investigar, la búsqueda de artefactos que nos ayuden en nuestra aventura, el delicioso backtraking para descubrir nuevos caminos y el enfrentamiento a los típicos jefes típica de todo buen Action Rpg, Sparklite añade cosas nuevas como la regeneración de todo el mapeado cada vez que morimos o abandonamos la partida, la introducción de talleres donde crear los distintos artefactos o un, muy satisfactorio, sistema de evolución de personaje basado en parches hacen de Sparklite gane entidad propia y sobre todo consigue que el juego de Red Blue Games tenga una gran personalidad.
Pero no penséis que encarnar a Ada en su aventura para librar el maravilloso mundo cambiante de Geodia de la tiranía del Barón y sus titanes va a ser un paseo por el campo. La exploración del mapeado será siempre un desafío. Red Blue Games da un pequeño giro al genero haciendo que la exploración, y con ello la diversión, no este centrada en las mazmorras si no que es justo al contrario. El mundo es una inmensa mazmorra y los santuarios y las guaridas de los enemigos son poco más complicadas que un pasillo en línea recta. El explorar el laberíntico mapa será un desafío no solo porque este se modifique cada vez que morimos, si no porque las bestias que lo puebla no nos lo van a poner fácil. Los diversos biomas, cuatro para ser exactos, están habitados por una fauna que nos hará medir cada pixelado golpe de nuestra llave inglesa. Un jabato o un mosquito gigante nos pueden poner en serios aprietos si les hacemos frente de forma apresurada o si no sabemos bien sus, escasos, pero letales movimientos. Y ya que estamos con los enfrentamientos hay que nombrar a los titanes. Estos son enormes maquinas, que llenan prácticamente la pantalla, gobernadas por los generales del malvado Barón. Si llegar a ellos no es tarea fácil no creáis que acabar con ellos sea más sencillo. Estos enemigos cuentan con unos patrones de ataque más variados y mucho más letales que los pequeños enemigos que los preceden y es necesarios que lleguemos a ellos tras haber explorado bien a fondo Geodia y conseguir armar bien a Ada para tener alguna posibilidad contra ellos.
Y ya que hablamos de los titanes vamos a meternos en el apartado gráfico de Sparklite. Como ya estáis viendo en las fotos que acompañan al texto, Sparklite se entrega por completo al amor por el viejuno mundo de los 16 bits. Pero este “amor a lo retro” y al “pixel gordo” es solo la primera impresión. Cuando te fijas en los detalles que se esconden entre tanto pixelote te das cuenta que este apartado gráfico jamás lo hubiera movido ninguna consola retro, e incluso dudo mucho que las consolas de 32 bits pudieran dar vida a la cambiante Geodia. El mapeado, pese a derrochar pixel art, está lleno de elementos que conforman un elaborado apartado grafico. Los accesos a los santuarios parecen dibujos, la vegetación del entorno tiene movimiento independiente e interactúa con el paso de los personajes, las plantas que cortemos se regeneran con su propia animación, pequeños efectos de luz y de partículas que se cuentan por decenas, multitud de animaciones, 4 ecosistemas distintos con su propia personalidad… todo un conjunto de elementos que conforman un fascinante mundo que se mueve de forma estable, en PS4 al menos. Como ya os decía, todo esos detallitos eran absolutamente inviables hace apenas 10 años.
Para la banda sonora Dale North, conocido compositor dentro de la escena indie, ha creado una serie de melodías que pegan muy bien con la ambientación de la historia y que no se os van hacer pesadas ni repetitivas. En la parte de los sonidos es donde, personalmente, le saco más pegas. Aunque en un principio funcionan bien y cumplen si es verdad que con el paso de las horas le echo en falta algo más de variedad pues se reciclan demasiado. EL juego llega además con una buena traducción al castellano.
Ultimo párrafo ya para dedicado a la resumir impresiones. Es SparkLite el juego de aventuras definitivo? Evidentemente no. Pero si es un gran representante del genero. Un roguelike, muy bonito, muy divertido, muy fácil de jugar pero difícil de dominar y con unas mecánicas que mezclan el agradable sabor jugable de los grandes clásicos con las formulas más actuales. Un gran juego de aventuras para disfrutar, y desengrasar, entre gran lanzamiento y gran lanzamiento.
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