Análisis de F.I.S.T. Forged In Shadow Torch

16 septiembre, 2022 0 Por David Valero

Poco a poco los videojuegos que vienen de China empiezan a labrarse un nombre propio dentro de esta industria y como jugadores no podemos más que agradecer esta nueva savia que va impregnando poco a poco el mercado occidental. Coincidiendo con la llegada de las versiones de consolas de nueva generación y Switch, hemos probado F.I.S.T. Forged In Shadow Torch en PC y os contamos qué tal está.

Con una estética dieselpunk muy marcada, F.I.S.T. nos traslada a una fábula de máquinas contra animales en un mundo distópico poblado de furros donde conejos, osos, perros o mapaches campan a sus anchas en un bello universo con un estilo artístico que entrará rápidamente por el ojo. La historia no es nada fuera de lo común ya que tenemos a un gobierno cuyo ejército con un marcado toque fascista se enfrenta a una revolución subyugada de ciudadanos que se oponen a la tiranía. Según progresemos conoceremos más de Ray, el conejo protagonista que debe enfundarse su armadura junto a su descomunal puño mecánico para rescatar a un amigo en apuros y acabar con la amenaza enemiga de una vez por todas.
F.I.S.T. es un juego que mezcla por un lado elementos de metroidvania con un scroll lateral y un mapa que permite el backtracking según desbloqueemos nuevas habilidades en nuestro árbol de personaje. Clásicos del género como el doble salto o la acometida estarán obviamente presentes ya que el plataformeo es uno de los núcleos principales para movernos a través de los niveles. La exploración es básica para ir encontrando mejoras de vida o “maná” pero también para ir localizando transformadores donde a cambio del dinero que consigamos al derrotar enemigos podremos ir comprando estas mejoras. Algunos pequeños puzles acabarán de condimentar el gameplay sin llegar a desesperarnos en su resolución.

Los combates son simples pero satisfactorios, ágiles con un buen arsenal de combos y habilidades que iremos adquiriendo y que acercan al juego al género del beat’em up, por lo que podremos lanzar enemigos por los aires, destrozarles la guardia con poderosos golpes, colocarnos a su espalda con un salto, realizar agarres y rematarlos con vistosas ejecuciones. Tendremos varios niveles de dificultad para calibrar nuestra experiencia pero las muertes no son un drama ya que siempre tendremos un punto de respawn o autoguardado relativamente cerca. Además de ir lidiando con distintos tipos de enemigos que requerirán de distintas estrategias, el juego ofrece combates contra bosses a los que quizás les falte algo más de espectacularidad pero que ayudan a romper con la monotonía de los enfrentamientos regulares.
El apartado artístico es un gran baluarte del juego tanto por el excelso diseño de sus escenarios y sus múltiples personajes, como por las cuidadas cinemáticas que irán salpicando nuestro viaje. Pero todo en el juego ha sido rematado con mimo, partiendo de una interfaz en el menú que sugiere un homenaje al pipboy de la saga Fallout y que casa como anillo al dedo con la atmósfera del juego.

En lo relativo al sonido tenemos un juego con una buena banda sonora que destaca sorprendentemente por un doblaje de calidad al inglés, pero tranquilos porque los textos estarán completamente traducidos al castellano, algo que muchos agradecerán ya que la interesante historia es un ovillo de lana, la cual irá desmadejándose poco a poco en base a conversaciones, exploración del escenario y descubrimiento de objetos.
F.I.S.T. es uno de esos juegos que van a ayudar a poner a la industria del videojuego chino en el radar del gran público ayudando a desterrar ciertos estigmas y descubriendo una maravillosa oferta que irá llegando de oriente en años venideros. Además de que en modo portátil se disfruta mucho, la versatilidad de Steam Deck unido al depurado uso que el juego hace del Unreal Engine 4 me ha permitido conseguir una deliciosa experiencia en cuanto a tasa de frames estables sin hacer sacrificios en el apartado técnico.

La repetición de situaciones y alguna mecánica que no se siente del todo bien integrada como el uso de ciertos objetos tal vez no le dé para sentarse a la mesa de juegos como Ori o Hollow Knight pero desde luego este conejo ha llegado aporreando a la puerta con su gran puño mecánico.