ERICA
1 septiembre, 2019Análisis PS4
Se hace camino al andar
En un momento como el actual en el que la comunicación previa a los lanzamientos y la generación de hype se han convertido en una pieza fundamental a la hora de promocionar y vender un juego, resulta llamativo encontrar un caso como el de Erica. Desde la presentación del proyecto en la Paris Games Week de 2017 no habíamos vuelto a saber nada sobre el desarrollo de este título… hasta que, por sorpresa y sin previo aviso, se ha anunciado su disponibilidad en la PlayStation Store. Erica, en exclusiva para PS4, se presenta como un thriller de acción interactivo con actores reales en el que determinaremos el rumbo de la historia a través de nuestras acciones y decisiones. En este sentido, podríamos encajarlo en el controvertido género de película interactiva, en la línea de títulos recientes como Late Shift o She Sees Red.
Uno de los debates más recurrentes que siempre surgen con el lanzamiento de títulos como el que nos ocupa es el de la propia definición de videojuego. ¿Cualquier producto que corre en nuestras consolas puede considerarse un juego, o son necesarios unos requisitos y/o mecánicas mínimas? En ese caso, ¿cuáles serían y quién las determina? Podéis estar tranquilos, que no voy a ser yo el que trate de zanjar esta eterna (y seguramente vacía) discusión. A fin de cuentas, ¿acaso no se trata de una cuestión subjetiva? Lo único que podemos decir con certeza absoluta es que, conforme más va avanzando la tecnología, más puntos de contacto vamos encontrando videojuegos y cine. Y es precisamente ahí, en la frontera entre esos dos mundos, donde se encuentra Erica.
La idea de cine interactivo no es precisamente nueva. Ya en 1967 se proyectó película checa Kinoautomat. En determinados momentos de su metraje la acción se detenía y un moderador aparecía en escena ofreciendo a la audiencia dos posibilidades para decidir cómo debía continuar la historia. En 1983, el Laser Disc llegaba a los salones recreativos con el clásico Dragon’s Lair, ofreciendo por primera vez al gran público la posibilidad de controlar con sus acciones una película de animación. A partir de ahí, el género ha continuado evolucionando de la mano de la tecnología alcanzando hitos como los de Her Story (2015) que rompió la linealidad la de la narración, o Black Mirror: Bandersnatch (2018) cuyo salto a la televisión permitió acercar este tipo de narrativas al gran público.
En 2019, de la mano de Flavourworks y bajo el paraguas del London Studio de Sony Interactive Entertainment, llega a nuestras consolas Erica, con vocación de seguir refinando la fórmula y ampliando los límites del género. Para ello, el estudio londinense ha desarrollado la tecnología Touch Video que permite al jugador manipular e interactuar con determinados elementos presentes en la pantalla. De esta manera, la jugabilidad va más allá de la simple toma de decisiones a través de opciones en pantalla. En Erica, además, podremos fijar nuestra atención en algunos puntos de la pantalla para interactuar con ellos y poder profundizar así en determinados aspectos de la narración o enriquecer la toma de decisiones. También podremos dar forma a nuestras interacciones. Así, por ejemplo, a la hora de abrir una puerta tras la cual se escucha una conversación podremos regular la intensidad de nuestra interacción: abrirla ligeramente, poco a poco, para poder escuchar mejor y echar un vistazo al interior sin que nos detecten o bien abrirla de golpe y sorprender a los personajes que estaban hablando. Estas interacciones, que normalmente se realizan en primera persona, nos ponen directamente en la piel de nuestra protagonista, alejándonos del rol de mero espectador y consiguiendo que empaticemos con ella y nos sintamos los actores principales de la historia que se está desarrollando en nuestras pantallas. En este sentido, Erica consigue alcanzar un grado de implicación del jugador como todavía no habíamos visto hasta ahora en producciones de corte similar.
Sin querer entrar demasiado en el argumento, el juego nos plantea la historia de Erica, una joven que vive traumatizada por el asesinato de su padre cuando todavía era una niña. Un buen día, recibe un misterioso paquete que le obligará a regresar a Casa Delphi, el sanatorio en el que pasó su infancia, para desenterrar, de una vez por todas, la oscura verdad detrás del trágico acontecimiento. Si bien es cierto que el planteamiento no resulta excesivamente original, el equipo de Flavourworks ha sabido llevar la historia por caminos menos transitados que mantendrán nuestro interés a lo largo de toda la aventura e incluso nos dejará con ganas de saber más. Por otro lado, tal y como se indica expresamente en los rótulos que se muestran al inicio del juego, ninguno de los caminos que vayamos a recorrer a lo largo del juego contiene todas las respuestas, de manera que el ansia de profundizar en la historia y conocer más sobre los acontecimientos ocurridos y sobre los distintos personajes van a ser el principal aliciente para animarnos a rejugarlo. En su condición de película interactiva, cada partida tiene una duración aproximada de entre hora y media y dos horas, dependiendo de nuestras acciones y decisiones.
Sin embargo, el interés por rejugar y seguir profundizando más en el trasfondo de la historia, se ve rápidamente lastrado por la imposibilidad de poder saltar, ni siquiera de avanzar rápidamente, en la historia. La única forma de rejugarlo es volver a “ver” la película completa, lo cual se hace bastante cuesta arriba a partir de la tercera partida, sobre todo en la parte inicial. Se echan mucho de menos opciones como las de saltar vídeo hasta la siguiente decisión, botones de fast forward o rewind, un árbol de decisiones al estilo del de Detroit: Become Human o incluso algo tan sencillo como una opción de salvado que nos permita guardar el juego antes de tomar determinadas decisiones.
Como suele ser habitual en este tipo de propuestas, existen diferentes finales dependiendo de las acciones realizadas y las decisiones tomadas a lo largo de la aventura. Preparando esta reseña hemos encontrado hasta 6 finales distintos y alguna ligera variación más sobre los mismos dependiendo de algunas decisiones tomadas durante el juego. Es importante destacar que a pesar del gran número de decisiones tomadas a lo largo de cada partida, el final que obtendremos depende exclusivamente de nuestras acciones a partir de cierta escena por la que siempre pasaremos en un determinado momento de la aventura, cercano al final, con independencia de todo lo que hayamos hecho anteriormente.
Esto no quiere decir que el resto del juego no tenga importancia. Al contrario, lo más interesante de este thriller interactivo no es su final, sino el tratar de desvelar toda la verdad oculta detrás de Casa Delphi y de los personajes que la habitan. A lo largo de las diferentes partidas iremos estableciendo relaciones con unos personajes u otros, decidiremos en quién confiar y en quién no e incluso visitaremos diferentes localizaciones dependiendo de nuestras decisiones. La rejugabilidad se convertirá en algo imprescindible para los cazadores de platinos, que encontrarán en la obtención de trofeos la excusa perfecta para seguir profundizando en la historia. Llama positivamente la atención que, con el objetivo de no interferir en la inmersión del jugador/espectador, todos los trofeos conseguidos a lo largo de la partida se desbloquean al final, uno detrás de otro mientras asistimos a los títulos de crédito.
Otro de los puntos destacables de Erica es el control, que como el propio nombre de la tecnología Touch Video que utiliza ya anticipa, es plenamente táctil. De esta forma, dejando de lado esquemas de control más tradicionales, controlaremos todas las acciones y decisiones del juego mediante el panel táctil de nuestro Dual Shock o a través de una aplicación para móviles y tabletas que podemos descargar de forma gratuita para cualquier terminal con Android o iOS y que se sincroniza de manera sencilla e intuitiva con nuestra partida a través de la conexión WiFi. Tan sencillo como instalar y jugar. Pese a que cualquiera de los dos tipos de control puede usarse de manera indistinta, el pequeño tamaño y la escasa resolución del panel táctil del Dual Shock entorpece bastante la jugabilidad, de ahí que nuestra recomendación sea la de apoyarse en la aplicación móvil para poder disfrutar plenamente de este título. En este punto, hay que señalar un pequeño bug que rompe la inmersión en la aventura y resulta ciertamente molesto. Cuando jugamos a través de la aplicación, al tener el mando en reposo encima de la mesa, el sistema entiende que no estamos usando la consola y tras unos minutos de juego nos aparece un molesto mensaje en pantalla indicando que la consola se apagará y entrará en modo reposo. Este mensaje se elimina simplemente tocando cualquier botón del mando, pero no deja de resultar molesto. Es de esperar que se solucione mediante algún parche, mientras tanto siempre queda la opción de cambiar las funciones de ahorro de energía antes de comenzar la partida.
En cuanto a su apartado artístico, prácticamente todo el juego se compone de escenas de vídeo con actores reales, además de algún modelo 3D utilizado en algunas de las interacciones. La producción cinematográfica está bien cuidada, con una buena fotografía que oscila entre la primera y la tercera persona y una correcta integración de efectos visuales, aunque en general se nota que el presupuesto para el rodaje no es precisamente el de una gran superproducción. Esto se percibe especialmente en algunos interiores que parecen vacíos, o en determinados objetos, como una pistola que al acercarse al primer plano parece de plástico. Mención especial merece la labor del elenco. En general, todos los actores realizan una buena interpretación y resultan creíbles en sus diferentes papeles, especialmente Holly Earl en su encarnación de Erica, la protagonista de la aventura, así como el resto de sus compañeras ingresadas en Casa Delphi. Aunque poco conocidos en nuestro país, todo el elenco está formado por actores profesionales con cierta trayectoria en la televisión británica, como Ian Pirie, que tal vez reconozcamos por su papel de Capitán Dragonetti en la serie Da Vinci’s Demons. En el apartado sonoro, destaca especialmente la banda sonora creada por el galardonado compositor de Journey, Austin Wintory, que sabe crear la atmósfera necesaria así como gestionar la tensión narrativa a lo largo de todo el juego y que incluso nos deja el tema Aria for Delphi que adquiere significado propio a lo largo de la trama. Como suele ser habitual en los juegos publicados por Sony Interactive Entertaiment, el juego viene completamente doblado al español, tanto de España como de México, permitiendo al jugador escoger el idioma tanto de voces como de subtítulos directamente desde la pantalla de opciones. El resultado del doblaje es excelente, muy por encima de otros doblajes con los que nos hemos encontrado últimamente, apoyándose en una sincronización labial a la altura de los doblajes a los que estamos acostumbrados en cine. Tal vez la calidad del doblaje tenga que ver con su naturaleza cinematográfica, pero desde luego es el camino a seguir.
El principal punto oscuro en el apartado técnico es el de la compresión de vídeo. Parece ser que los más de 40GB que ocupa el juego no son suficientes para ofrecer una imagen 100% nítida, especialmente en las abundantes escenas que se desarrollan en la penumbra, mostrando grandes bloques de negros que afean el esfuerzo invertido en la fotografía. Sobre todo teniendo en cuenta que el juego se muestra a una resolución máxima de 1080p, sin posibilidad de disfrutar de la experiencia en 4K.
En general, Erica nos ofrece una experiencia diferente a la que estamos acostumbrados en nuestras consolas. Una aventura cinematográfica que, tomando las bases de este tipo de juegos se atreve a ir un poco más allá enriqueciendo las posibilidades del medio. Un título que, aunque no sea para todos los públicos, resulta necesario para seguir cimentando este género incipiente que todavía está dando sus primeros pasos. Como decía el poeta: Se hace camino al andar.
Imágenes del juego cedidas por SONY , a través de sus presskits, para documentar el articulo. Los logotipos y marcas que aparecen en ellas son propiedad de sus respectivos dueños y son utilizadas aquí únicamente con fines ilustrativos.
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ERICA
A Favor
- La propuesta jugable va un paso más allá de lo que habíamos visto en el género.
- Raya a alto nivel en lo artístico y técnico, especialmente en las interpretaciones.
- Excelente doblaje al español (España y México).
En Contra
- Control poco preciso mediante el Dual Shock.
- Imposibilidad de avance rápido o selección de escenas para facilitar la rejugabilidad.
- Problemas con la compresión de vídeo, especialmente en secuencias oscuras.