Videojuegos contra la depresión

Videojuegos contra la depresión

9 octubre, 2025 0 Por Oscar Garcia

En que pueden ayudar los videojuegos en la salud mental.

Durante años, los videojuegos han sido objeto de debate: ¿son una distracción peligrosa o una forma legítima de bienestar? Hoy, gracias a estudios recientes y testimonios de millones de jugadores, sabemos que los videojuegos pueden ser mucho más que entretenimiento. En especial, están demostrando ser aliados valiosos en la lucha contra la depresión.

Pero primero, ¿Qué es la depresión y en que pueden ayudar los vidoejuegos?

La depresión afecta a más de 300 millones de personas en todo el mundo, según la Organización Mundial de la Salud (OMS). Este es un dato aterrador que bien debería de elevar esta enfermedad al estado de Pandemia Mundial. Los síntomas que tienen en común todos sus afectados son tristeza persistente, pérdida de interés, fatiga y aislamiento, entre otros. Estos síntomas no solo dificultan la vida del enfermo sino que también hace difícil la convivencia con ellos lo que incrementa su aislamiento que a su vez potencia el resto de síntomas, como puedes ver es una enfermedad que se retroalimenta ella misma pudiendo sumergir al paciente en una espiral con resultados bastante desagradables. Aunque el tratamiento médico es esencial, cada vez más expertos reconocen el valor de herramientas complementarias, como los videojuegos, para mejorar el bienestar emocional.

Un estudio publicado en Nature Human Behaviour en (2024) demostró que jugar videojuegos puede reducir la angustia psicológica y mejorar la satisfacción vital. El análisis, realizado en Japón con más de 97.000 participantes, reveló que tener acceso a una consola reducía la angustia emocional entre un 0,1 y un 0,6 en la escala de bienestar. Siendo algunos de estos beneficios:

  • Reducción del estrés y la ansiedad
  • Sensación de logro y autoestima
  • Escape emocional controlado

Juegos como Animal Crossing, Stardew Valley o Journey ofrecen entornos relajantes que ayudan a calmar la mente y recuperar el equilibrio emocional. Además el entorno online de algunos juegos como Animal Crossing invitan a interactuar con otra gente en un entorno controlado alejado de estrés.

Esta conexión social es indispensable para arraigar el sentido de pertenencia a un grupo y favorecer la integración de las personas que sufren un aislamiento por depresión.  Los videojuegos multijugador permiten conectar con otras personas, formar equipos y compartir experiencias. Según el informe Global Power of Play 2025, y que puedes leer aqui mismo,  el 62% de los jugadores afirma que los videojuegos les ayudan a sentirse menos solos. Entre los jóvenes de 16 a 35 años, el 73% dice que jugar les permite establecer relaciones significativas. Colaborar, charlar, compartir inquietudes creativas…cosas que en una persona sana es normal contribuyen a rescatar a los pacientes con depresión de esa espiral en la que se ven arrastrados y con la sensación de que nadie puede ayudarlos.
Por otra parte los videojuegos tienen un papel fundamental en la estimulación cognitiva y emocional. Los videojuegos también ejercitan la mente. Títulos como The Legend of Zelda, Portal o Celeste requieren resolución de problemas, pensamiento crítico y toma de decisiones. Esta estimulación puede contrarrestar síntomas como la apatía o la dificultad para concentrarse. Además, muchos juegos abordan temas emocionales con sensibilidad. Celeste, por ejemplo, trata directamente la ansiedad y la autoaceptación, convirtiéndose en una experiencia terapéutica para muchos jugadores. The Legend of Zelda apela a la resolución de problemas usando el denominado «pensamiento lateral», es decir, utilizar la creatividad para generar ideas que puedan resolver problemas de manera no convencional, apartado el pensamiento lógico lineal, tanto espacial como temporal. Una revisión publicada en PsicoEureka (2023) analizó 88 estudios y concluyó que el 23% reportaban efectos positivos de los videojuegos sobre el trastorno depresivo, especialmente en los niveles social, motivacional y cognitivo.

Evidentemente aunque los videojuegos pueden ser beneficiosos, no sustituyen la atención profesional. Es importante jugar con moderación, elegir títulos adecuados y evitar el aislamiento prolongado. Los videojuegos deben ser una herramienta complementaria, no una vía de escape permanente. Los videojuegos no son la cura para la depresión, pero pueden ser una poderosa herramienta de apoyo emocional. Ofrecen espacios de conexión, logros, creatividad y descanso mental. En un mundo cada vez más digital, entender su potencial terapéutico es clave para construir una cultura gamer más empática y saludable.

¿Y tú? ¿Has sentido que un videojuego te ha ayudado en un momento difícil? Deja tu experiencia en los comentarios porque, aunque no lo creas, puedes ayudar a otra persona.

Oscar Garcia