Riven. Análisis.

Riven. Análisis.

18 julio, 2024 0 Por Jorge Cuadri
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La aclamada secuela de Myst vuelve remozada casi 30 años después de su lanzamiento para recordarnos por qué es una obra de culto.

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Allá por finales de los locos años 90, multitud de padres de familia sorprendían a sus vástagos con viciadas interminables al ordenador, en una suerte de inversión de roles con su descendencia, que observaba atónita las primeras manifestaciones de un fenómeno que hoy en día es más que habitual: los adultos también se pueden enganchar a un videojuego, y pueden sacrificar horas de sueño, comida, e incluso de trabajo de tapadillo, para perderse en mundos ignotos y llenos de misterios. En aquella ocasión, el objeto de los desvelos de los jóvenes adultos de la época era Riven, la esperadísima y exitosísima secuela del gran Myst, que vinieron a revolucionar lo que se entendía por “juego de ordenador” en la época. Gracias a nuestro querido y hoy en día casi obsoleto CDROM, los creativos a cargo de esta saga de juegos de puzles pudieron desmelenarse, y dotar de una vida y un realismo al título como nunca antes se había visto. Escenarios realistas, secuencias de video, actores reales, voces grabadas, una banda sonora atmosférica y envolvente… En Myst, y sobre todo, en su secuela Riven, te podías perder completamente, en sentido literal y figurado, hasta que las luces del alba te recordaran que tenías que apagar ese juego y abrir la base de datos o la hoja de cálculo para poder seguir pagando la hipoteca y alimentar a tus sorprendidos hijos, que con los ojos muy abiertos se preguntaban qué clase de brujería es esa que tiene atrapado a su papá con “la maquinita”.

Riven

Pues bien, Riven ha vuelto. Y lo hace con un lavado de cara integral en algunos sentidos y muy sutil en otros, que resulta en un balance muy logrado entre, por un lado, traer a la modernidad ciertas características del gameplay y dotarlo de unas mejoras de calidad de vida sin las cuales la experiencia sería, a día de hoy, insufrible, y por otro, respetar al máximo el tono y la atmósfera de la experiencia original, capaz de transportarte a un mundo paralelo, extraño y misterioso, haciendo escala en esa década de los años 90 del siglo pasado que tanta nostalgia nos despierta a los que, como yo, nos escandalizamos de escribir que aquello ocurrió en el puñetero “siglo pasado”.

Riven fue publicado originalmente en 1997, como esperadísima secuela del revolucionario Myst. Hoy, casi tres décadas después, Cyan Games ha rescatado esta joya atemporal para adaptarla a nuestros tiempos. El videojuego se ha transformado a nivel gráfico, sonoro, y en la orientación de ciertos puzles. Especial énfasis se ha hecho en su versión para VR, que se antoja como la mejor forma de disfrutar de esta adaptación. Se ha pasado de la secuencia de escenas estáticas por las que el jugador va transicionando sin solución de continuidad del original a una completa recreación en 3D de los mundos de los D’Ni, desembocando en algo que podríamos definir como un walking simulator combinado con resolución de puzles. Por fijar ideas, y usando un ejemplo que todos los aficionados a los juegos de puzles conocerán, lo que viene siendo un The Witness con gráficos mucho más realistas, y puzles menos abstractos.

Riven

El apartado sonoro se ha cuidado de una forma especial, como no podía ser menos. Siendo una de las características más apreciadas de los juegos originales, en este remake de Riven la música sigue jugando un papel principal. Las melodías son atmosféricas, sutiles pero con suficiente presencia, y contribuyen a la inmersión en un mundo que aparece despoblado pero lleno de historia, nostalgia y una cierta melancolía. La música sirve de colchón para el sonido de nuestros pasos, que resonarán adaptándose al tipo de terreno que pisemos, siempre con las olas y el viento en el trasfondo.

A nivel gráfico huelga decir que se ha aumentado la resolución y la calidad de las texturas para acercarlas a los valores acostumbrados en la actualidad. No obstante, se sienten mucho más cercanos a la experiencia original de lo que cabría esperar, lo cuál no es necesariamente un punto negativo, ya que contribuye a mantener el tono de la experiencia. El tratamiento de las luces y las sombras es muy bueno, y los reflejos de la luz del sol en el agua del omnipresente mar a nuestro alrededor y en las partes no oxidadas de los artefactos mecánicos que componen muchos de los puzles del juego dotan al conjunto de un realismo y una sensación de inmersión destacables.

Riven

Algo que, en mi opinión personal, si que juega en contra de la nueva versión es la sustitución de las escenas de video con actores reales por secuencias in-game con modelos 3D. Quizá será por mi condición de viejuno que no hace sino acrecentarse con los años (menuda perogrullada), pero para mí, estos cortes donde los pocos seres vivos con los que nos encontramos en la historia nos dan algo de contexto sobre lo que estamos viviendo han perdido frescura en su transición a las tecnologías actuales.

Riven

Aparte de perdernos paseando por los desiertos mundos de los desaparecidos D’Ni, la otra gran baza de Riven son sus puzles. Y estos son, como es acostumbrado en la saga, crípticos y difíciles, en el sentido de que tendrás que tomarte tu tiempo en recorrer los escenarios, observar todos los ángulos, escudriñar cada centímetro de terreno en busca de elementos accionables o pistas, y hacerte un mapa del entorno, bien mental, o incluso en papel (Si, ¡papel! ¿Te acuerdas de qué es eso? Se saca de los árboles y sirve para escribir). Riven no está pensado para jugarse con prisas, y aunque tiene la opción de correr que tanto se agradece en algunos walking simulator, deberás armarte de paciencia noventera para poder desentrañar los secretos de los D’Ni.

Riven

Este remake de Riven es una extraordinaria ocasión para revivir una experiencia que tuvimos por primera vez hace ya casi media vida. Es algo en lo que sumergirse con calma, ideal para esas tardes de verano que ya tenemos encima, en las que no hay un plan mejor que, a la sombrita y bien fresquitos con nuestro aire acondicionado, recorrer las islas que forman este extraño universo creado por Cyan Worlds, salpicados por un impoluto mar de aguas color turquesa, a la luz de un sol que ni quema ni da calor, y perdernos en sus misterios, sus puzles, y su peculiar historia presentada a través de una críptica narrativa.

Jorge Cuadri
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Riven

33,99€
8

Historia

8.0/10

Jugabilidad

7.5/10

Diseño Artistico

8.5/10

Diseño de sonido

8.0/10

A Favor

  • Jugabilidad adaptada a los tiempos que corren.
  • La experiencia original se mantiene prácticamente intacta a pesar de los cambios.
  • El apartado sonoro es brillante e inmersivo.

En Contra

  • Se ha perdido carisma al sustituir las secuencias de video con actores reales por modelados 3D.
  • El mundo está demasiado abierto, favoreciendo el perderse en el mal sentido.
  • Los menús son obsoletos y dan una experiencia de usuario pobre.