Gris. Análisis

Siempre he sido un firme defensor de la frase “Los videojuegos son arte”, y GRIS es la prueba más fehaciente de ello. Nos encontramos ante un juego del estudio español Nomada Studio, y editado por Devolver Digital, con un diseño artístico apabullante, tanto a nivel gráfico como de sonido. Sólo se le puede catalogar como una obra de arte en movimiento, una acuarela pintada a mano por la que nos iremos desplazando a lo largo de todo un mundo en ruinas. GRIS es un juego que sabe conectar muy bien con nuestras emociones. Su curiosa arquitectura, su colorido y su música, que se adapta perfectamente a cada situación que ocurre en pantalla, nos pondrá los pelos de punta y nos asombrará a cada paso.

La historia de GRIS es difícil de explicar. No porque sea compleja y enrevesada, sino por la carencia total de voces y texto, por lo que tenemos que ir haciendo nuestras propias conjeturas sólo con las imágenes que suceden en pantalla. El juego nos transporta a un mundo onírico, protagonizado por una chica que canta en lo alto de una estatua en ruinas. De pronto pierde la voz, la estatua se rompe en pedazos, y cae al abismo. A partir de este momento, nos encontraremos con un juego de plataformas y puzzles de poca dificultad, que tendremos que ir recorriendo sin dejar de avanzar, sin un destino claro. ¿Vamos en busca de la voz perdida? ¿O buscando una manera de regresar a lo alto? Lo cierto es que poco importa, porque el mundo que nos presenta Nomada Studio es de una belleza tal, que el simple deseo de ver más nos impulsará a seguir adelante, asombrándonos con cada nueva obra de arte que se cruza en nuestro camino. Si hubiera que ponerle una pega, sería su corta duración, que ronda las 5 o 6 horas.

Su punto fuerte es, sin lugar a dudas, su apartado gráfico. Todo el juego está pintado a mano por Conrad Roset, lo que le da un aspecto de acuarela en movimiento sobre un lienzo. También juega con los colores, que tendremos que ir desbloqueando conforme avanza nuestra aventura. Empezaremos el juego en blanco y negro, y poco a poco iremos insuflándole color y alegría a un mundo gris y en ruinas. Poco más puedo añadir. Las imágenes que acompañan a este análisis hablan por sí solas. En cuanto a la banda sonora, compuesta por el grupo catalán Berlinist, acompaña de forma magistral a las imágenes, adaptándose a cada situación y añadiendo una gran carga emotiva a cada nivel.

A nivel técnico, nos encontramos ante un juego muy poco exigente. Está disponible para Switch y para PC (versión que hemos usado para este análisis), y el rendimiento es excelente incluso en ordenadores de recursos modestos, ya que su único requisito son 2gb de memoria RAM, algo que cualquier pc moderno es capaz de manejar sin problemas. La única opción que el juego nos permite modificar es la resolución, ya que al tratarse de un juego con una base tan artística, se ha forzado a que la experiencia visual sea idéntica en todos los equipos.

En conclusión, GRIS es una obra de arte a nivel visual y sonoro que nos mantendrá boquiabiertos frente a la pantalla de principio a fin.