The Drifter. Análisis.

The Drifter. Análisis.

17 julio, 2025 0 Por Jorge Cuadri

Una aventura gráfica sobresaliente que nos sumerge en un thriller a caballo entre el cine pulp y la ciencia ficción.

El estudio australiano Powerhoof se saca de la chistera una aventura point and click a la vez completamente clásica y enormemente rompedora. Su sistema de control y documentación, su narrativa, y el hecho de que, además, viene acompañada de un tremendo doblaje y presentada en un pixel art de muchos quilates hacen de The Drifter una seria candidata a pináculo del genero para este año 2025.

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El género de las aventuras gráficas es uno de los más longevos del mundo de los videojuegos, desde que surgieran como evolución natural de las primigenias aventuras conversacionales cabalgando a lomos del avance de las tecnologías. En todos estos años, los aficionados a este tipo de propuestas hemos podido disfrutar de obras maestras como la saga de Monkey Island, el resto de maravillas de la factoría de Lucasarts, los pelotazos de Sierra, y ya con el paso de las décadas de innumerables tendencias como las de la malograda Telltale y las del amigo David Cage y Quantic Dream, entre muchísimas otras. A lo largo de todos estos años hemos visto cómo estas aventuras originariamente pausadas y relajadas, centradas en la resolución de puzzles y en la lógica (¿lógica dices? ¿Pollo de goma con polea en medio es lógica, zumbao?) han sido sometidas a las más variopintas ideas que las brillantes y a veces retorcidas mentes de los sufridos desarrolladores de videojuegos han tenido a bien parir. Y por supuesto con resultados dispares: algunas novedades se han convertido en auténticas revoluciones que han decantado en estándares del género (léase, menú basado en acciones y verbos de Lucasarts), mientras que otras han quedado en la cuneta, rechazadas por no ser especialmente afortunadas o símplemente relegadas al olvido por el inexorable paso del tiempo y la evolución del resto del medio. Pues bien, con The Drifter nos volvemos a encontrar con una nueva solución que se ha dado, en este caso, al problema de adaptar a los omnipresentes mandos de hoy en día un control eminentemente orientado al uso del ratón. Y lo han resuelto de una manera que resulta a la par fresca, sorprendente, y extraordinariamente efectiva. No diremos más, ya que resulta una experiencia en sí misma el descubrir estos controles y hacerse a ellos.

The Drifter

En The Drifter asumimos el papel de Mick Carter, que se nos presenta como un pobre desgraciado al que la vida no parece haber tratado bien, con su propia e inestimable colaboración a través de sus numerosas malas decisiones. Mick despierta desorientado en un vagón de tren en el que viaja como polizón a la gran ciudad para asistir al funeral de su madre. Y es en esta misma escena inaugural en la que los verdaderos problemas de Mick se empiezan a desarrollar. Junto a su desconocido compañero de vagón, Mick sufre el asalto de lo que parecen ser unos misteriosos agentes nada amigables que dejarán muy claro que la vida de nuestro protagonista va a pender de un hilo de manera constante desde ese momento.

Con esta premisa al más puro estilo thriller, el estudio australiano hace un despliegue de medios audiovisuales, de diálogos y de guion para que nos sintamos realmente protagonistas de una película de cine pulp con toques de noir, y una fuerte componente de ciencia ficción. Acompañaremos a Mick a descubrir un misterioso poder (¿o quizá se trata de una maldición?), iremos desentrañando poco a poco su tormentoso pasado, del cuál conoceremos a muchos personajes carismáticos y muy bien construidos, como su hermana, su (¿ex?) mujer, y alguno que otro más que no desvelaremos para evitar spoilers. Todos los personajes con los que iremos interactuando gozan de la misma tridimensionalidad y realismo, y dotan al conjunto del mundo del juego de una admirable sensación de vida.

The Drifter

Como hemos dicho, los controles de este juego son deliciosos y fluidos, y nos llevan en volandas a través de las diferentes escenas que componen el mundo en el que Mick tiene que hacer frente a su desconocida amenaza. Estos controles sobresalientes vienen acompañados de puzles clásicos y no tan clásicos, de muy distinta naturaleza y dificultad, a través de los cuáles iremos progresando en la trama, como suele ser habitual en los títulos de este género. La propuesta de Powerhoof está cláramente orientada en este sentido a la hibridación de la aventura gráfica clásica con otros tipos de mecánicas, como por ejemplo que el tiempo que tardemos en realizar una acción cuenta, o que el uso de algún objeto cambia con el tiempo o con el número de veces que intentemos aplicarlo a una situación. Esta fusión con algunas mecánicas ajenas a o menos habituales en el género del point and click tiene un impacto desigual a lo largo de la aventura, resultando satisfactoria, sorprendente y positiva en algunos momentos, mientras que en otros genera una profundidad en el juego que puede desembocar en sensación de frustración y confusión en el jugador. No obstante, las ocasiones en las que ocurre lo segundo son mucho menos frecuentes que aquellas en las que la resolución de puzles y situaciones te deja buen sabor de boca, por lo que en este sentido, The Drifter destaca también en el sentido positivo.

El apartado técnico del juego es impecable. El movimiento, las transiciones, y las animaciones son fluidas y realistas en todo momento, y cabe destacar el nivel de detalle que alcanzan los gestos de los personajes, tanto corporales como incluso faciales, que estando compuestos por tan poquísimos píxeles, realmente tienen actuaciones que son dignas de tal nombre. Increíble trabajo aquí por parte de este equipo de siete personas afincado en Melbourne. Además, es de elogiar las creativas soluciones que han encontrado para la forzosa economía de recursos a la que se han tenido que ceñir, dado el presupuesto del que disponían y el tamaño del equipo de trabajo. Destacamos las animaciones que se sustituyen por un fundido a negro quedan totalmente en un segundo plano por la brillante narración de la acción en voz en off por parte del actor que da voz (que da VIDA) a Mick Carter, de forma que éstas no se echan de menos en absoluto.

The DrifterA nivel sonoro The Drifter cumple con creces. La banda sonora es atmosférica y acompaña a la perfección al tono oscuro, decadente y a la vez excitante e intrigante del juego. Y los efectos de sonido contribuyen de manera muy efectiva a la inmersión en el mismo. Pero lo más destacable en este sentido es el doblaje de primerísimo nivel que tienen todos y cada uno de los personajes del juego, empezando como no podía ser de otra forma por el protagonista, Mick Carter, que además será narrador en voz en off a lo largo de toda la aventura. Las actuaciones de voz contribuyen de una manera espectacular a la sensación de realismo y vida que rezuma el mundo del juego, y complementan a la perfección algunas carencias técnicas, como hemos comentado anteriormente.

The Drifter

Para concluir, diremos que The Drifter se revela como un absoluto imprescindible para los aficionados a las aventuras gráficas clásicas de point and click, y como un juego al que darle una oportunidad si no eres fanático de las mismas, pero disfrutas con el pixel art y con un guion potente como él solo. Sin duda que a final de año veremos a The Drifter en todas las quinielas a premio de aventura gráfica del año, y quién sabe si en alguna otra que saque la cabeza de ese nicho. En todo caso, si tenéis la oportunidad, no lo dudéis y atreveos a experimentar esta oscura e intrigante historia que nos llega preñada de calidad desde la tierra de los canguros.

Jorge Cuadri
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The Drifter

TBD
8.8

Historia

9.0/10

Jugabilidad

8.0/10

Diseño Artístico

9.0/10

Diseño de Sonido

9.0/10

A Favor

  • Atmósfera sobresaliente e historia que atrapa desde el primer minuto.
  • Doblaje y actuaciones de voz de primer nivel.
  • Sistema de control extraordinario.

En Contra

  • Algunos momentos de tensión y de morir una y otra vez pueden resultar frustrantes.
  • La profundidad de algunas mecánicas puede resultar confusa e inesperada en un título de este género.
  • Por ahora sólo está en inglés y con textos en inglés y alemán.