Análisis Cat Quest II
17 octubre, 2019Análisis Nintendo Switch
¿Preparados para ronronear?
Hace un dos años, tuve la gran suerte de poder jugar y analizar para esta casa un videojuego que llegó sin hacer mucho ruido pero que me encandiló rápidamente gracias a su cuidada estética y, para qué negarlo, la presencia de un gato la mar de bonito como protagonista: Cat Quest. Releyendo la reseña que escribí, me encuentro con que una de las palabras que mejor definían aquella experiencia era “amabilidad”: Cat Quest no buscaba una experiencia difícil para el jugador ni estresarlo con diferentes combinaciones de magias, armas, armaduras… ni exigirle gran pericia a los mandos ara superar su historia. Sus mayores virtudes eran su accesibilidad y su divertida historia: dos factores que nos hacían olvidar cierta repetitividad tanto de escenarios como de mecánicas. Pues bien, cuando servidor de ustedes escuchó que por fin se confirmaba la continuación de dicha obra, lo único que pedía era algo más bonito, más variado y más grande. Y, por suerte, puedo decir de antemano que todo ello está aquí, en esta nueva iteración… y algunas cositas más que me han sorprendido. ¿Estáis dispuestos a volver a Felinia y a descubrir el nuevo territorio del Imperio de Lupus? Dadme la zarpita y no os lo penséis más porque el viaje vale mucho la pena.
Volvemos al reino de Felinia, pero ahora podremos acceder a las tierras del Imperio Lupus. Sí, como os podéis imaginar, perros y gatos mantienen una tensa relación que puede dinamitarse en cualquier instante. Nosotros vamos a encarnar a un perro y a un gato que deberán unir fuerzas para desenmascarar una oscura trama que pretende acabar con el frágil equilibrio existente entre los dos reinos. Como véis, el argumento no es, posiblemente, lo más original que hayáis leído últimamente, pero, al igual que en su anterior entrega, el sentido del humor los envuelve todo con un halo de ingenuidad y buen rollo que fácilmente se le olvida a uno lo manido de la historia y comienza a disfrutar del mimo puesto por su desarrolladores. Y esto es importante recalcarlo: Cat Quest II sigue haciendo gala de un gusto refinado a la hora de crear un universo naif y liviano, sí, pero también trufado de referencias a otras obras (mención especial al ser lovecraftiano que han ubicado en medio del océano: pocas veces se me ha dibujado en el rostros una sonrisa tan amplia como al verle asomar los tentáculos). Una serie de referencias, como decía, que aumentan la guasa que envuelve el juego y que, de rebote, muestran una vez más un conocimiento tanto del medio como del género al que pertenece.
Y hablando del género, Cat Quest II sigue siendo un Action RPG tan accesible como el anterior, cierto, pero han sabido corregir la sensación de repetición gracias novedades que han facilitado que nuestra aventura se sienta más variada y divertida si cabe. Lo primero que llama la atención es la posibilidad de controlar a dos personajes. Si jugamos en solitario, podemos intercambiar ambos personajes de manera cómoda con un solo botón: la IA se encargará de manejar al personaje que no llevemos de manera más que solvente. Esta posibilidad de llevar a dos personajes nos permite personalizar dos estilos de combates que alternen a un personaje más centrado en la lucha física cuerpo a cuerpo con otro personaje versado en los ataques lejano y de magia. Por desgracia, a la hora de la verdad no es necesario alternar enter dos estilos de combate tan distintos porque casi todos los retos se pueden superar de la manera que nosotros decidamos, relegando esta dimensión estratégica a un plano muy secundario. Por contra, si jugamos en cooperativo (siempre local), la diversión se duplica al compartir la experiencia con otro jugador: las posibilidades de encarar las combates se adaptarán a lo que ambos decidáis.
Como buen Action RPG, el combate es el pilar sobre el que construir nuestra experiencia: Cat Quest II sigue siendo, como he dicho, tan amable con el jugador como lo fue la primera parte. Nada de combates complejos, nada de situaciones estresantes: Felini y el Imperio Lupus proponen una serie de mazmorras (cada una viene precedida por el nivel aconsejado para superarlo) en las que enfrentarnos a decenas de enemigos. Los enemigos cargarán sus ataques y nosotros podremos esquivarlos cómodamente con un botón y atacarles con armas o magia. La novedad ahora radica en que los cetros nos permitirán realizar ataques a distancia, algo totalmente ausente en su primera entrega. Asimismo, vamos a tener más magias que en la anterior entrega, aunque es cierto que no exige variar entre ellas para superar los combates: sí, hay enemigos débiles a ciertas magias y resistentes a otras, pero los combates son tan amables que casi no hay necesidad de cambiar la equipación de magias. También ahora las armas, armaduras y cascos que portemos tendrán efectos secundario, o habilidades pasivas, que consisten, por ejemplo, en aumentar la resistencia frente a ciertas magias, aunque también aumentar su efectividad, las habrás que nos otorguen más defensa a cambio de sacrificar cierta cantidad de vitalidad… Un toque diferente y que se agradece a la hora de poder enfrentarnos a los retos a nuestra manera. ¡Ah! A medida que avancemos en la trama, se nos irán añadiendo ciertas habilidades muy interesantes y que prefiera no desvelar aquí, pero estoy seguro que gustará a aquellos que gusten de rodar y rodar para esquivar… Hemos comentado brevemente que las mazmorras vienen precedidas por una recomendación de nivel, pero, al igual que el combate, viene acompañado de novedades, centrada en la interacción con el entorno. Ahora habrán más trampas pero sobre todo habrán ciertos elementos que nos obligarán a ser más hábiles en nuestros trayectos. También habrán ciertas torres que nos prondrán superar una serie de oleadas de enemigos para poder acceder a sus tesoros.
Visualmente, el juego sigue mostrando la estética cartoon que tan buenos resultados le dio en su primera entrega, sin mayores cambios: sigue siendo un juego fluido y muy bonito de ver, aunque es cierto que una mayor variedad de enemigos y de localizaciones le hubiera sentado de maravilla para dotar de mayor vistosidad al conjunto. Algo parecido le ocurre a su apartado sonoro: bonitas melodías que nos acompañan a lo largo de la aventura pero que se acaban haciendo repetitivas por su poca variedad.
No quiero cerrar esta reseña sin hablar de otra de las grandes virtudes de esta nueva entrega de Cat Quest: las misiones secundarias. Una de las más gratas sorpresas de su primera parte fueron las divertidísimas misiones secundarias: lo divertido de sus premisa argumentales y el desarrollo de las que eran objeto estaban sin duda entre lo mejorcito de aquel juego. Y aquí siguen la estela: quizás ya no sorprenden tanto, pero sin duda siguen siendo divertidas. A ello a que sumarle los secretos que hay desperdigados por el mapa y que aumentan la duración de un juego corto, es verdad, pero que se saborea hasta la última gota: si os quedasteis con ganas de más tras aquella notable primera entrega, estáis de enhorabuena porque aquí tenemos ás y mejor. Si no os acercasteis a él entonces, no lo dudéis más: aquí tenéis un muy bien Action RPG, amable y juguetón con el jugador: tan juguetón como un cachorrito de gato o perro. Y tan bonito también.
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Cat Quest II
A Favor
- Su estética cartoon.
- El sistema de combate: accesible y amable.
- Sus novedades en el diseño de mazmorras y en el combate
- Las misiones secundarias y secretos.
- Poder jugar en cooperativo.
En Contra
- Su sencilla historia
- El apartado sonoro se queda algo corto en melodías.
- Que no te gusten ni los perros ni los gatos.