Blazblue Centralfiction

15 diciembre, 2016 0 Por furgonetero
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Vaya por delante que servidor no es usuario habitual de los juegos de lucha: mi habilidad suele ser bastante baja en estos juegos y suele gustarme que haya un buen argumento de por medio para quer hincar el diente a la obra en cuestión. Y cuál es mi sorpresa al ver que este magnífico colofón para una serie que debiera haber tenido mejor suerte en nuestra tierras viene para tirar por tierra todos mis prejuicios ante este género. Y, oigan, uno que se alegra sobremanera. Pero vayamos por partes.

La serie Blazblue tiene un largo recorrido en el país del sol naciente. Largo y muy ramificado, pues la obra de Arc System Works no solo se nutre de los videojuegos que iniciaron su andadura allá por el 2008 con Calamity Trigger,  sino que también existen mangas, anime y novelas. Ahí es nada. Y ello nos da cuenta de que el argumento tiene mucho peso en esta saga: no es un juego de lucha en el que te limitas a aporrear el mando, ves algunas cinemáticas que sirven como pretexto para que puedas seguir dándole al mando. Aquí, en su Modo Historia, el argumento es central (no en vano podremos estar una hora sin batallar contra alguien), se toman su tiempo para narrarte los sucesos y desarrollar todas líneas en las que se ha ido ramificando la historia: no me adentraré en destripar lo que sucede, pero os aseguro que la trama es muy interesante y que todos los personajes tienen mucha personalidad. Ah, y no temáis, que aunque está narrado como una novela visual, el ritmo no decae: te reirás, te emocionarás, te entristecerás con todo lo que va sucediendo y esto es algo realmente digno de mencionarse. Si queréis una gran historia, aquí la tenéis sin dudarlo.

Ahora sí, aquí va un pero: el juego únicamente está en inglés. Es decir, las voces están en japonés (y el nivel es excelentísimo), pero los textos están en inglés únicamente. Esto de por sí ya no es sorpresa, pues este tipo de juegos “made in Japan” con un público muy reducido en occidente suele llegar sin traducir al castellano (véase la saga Yakuza, el reciente Psycho Pass. Mandatory Happines, Steins. Gate, etc…), pero no deja de ser un elemento que disuadirá a algunos de comprar este gran juegos, pues el nivel de inglés no es precisamente bajo, aunque con un nivel medio se puede seguir sin problemas. Lástima que en un juego con un peso argumental tan grande no se hayan decidido a traducirlo, al menos, los subtítulos.

Pero en un juego de lucha importan, sobre todo, dos cosas, el sistema de combate y los modos de juego. Y, señores, aquí no se puede quejar nadie, ni el menos ducho (como yo) en esto de combinar botones para crear combos espectaculares. De todos es sabido que Arc Systems Works sabe pulir el sistema de combate como nadie, y en este capítulo final de la saga lo han llevado al extremo. Baste decir que a veces, sobre todo en los niveles de dificultad más alto, parece que estamos ante un juego de estrategia, en el que importa saber las ventajas e inconvenientes no sólo del personaje que estás manejando, sino del que tienes ante ti como rival (un punto a su favor la excelente Inteligencia Artificial de la que hace gala la máquina cuando juegas offline). A los sabidos cuatro botones de ataque hay que sumarle el combate aéreo y, por supuesto, la barra Overdrive, que una vez llena nos permitirá entrar en dicho estado otorgándonos una serie de ventajas importantes para el devenir del combate. Sí, el sistema es de los más complejos y en una primera toma de contacto abruma enormemente, pero para que los jugadores ocasionales, o algo torpes como yo, existe el Stylish Type: se simplifica la complejidad de los combos en detrimento de su efectividad, pero posibilita a novatos el poder gozar de los diferentes golpes de un personaje concreto. Podéis creerme si os digo que se agradece este tipo de jugabilidad para poder acceder paulatinamente a un juego tan exquisitamente técnico como este. Un tanto a su favor, teniendo en cuenta, además, que viene con un completísimo tutorial dividido en tres niveles de dificultad.

Otro tanto se puede apuntar en cuanto a modos de juego. Agárrense porque vienen curvas. En su modo offline, y más allá del interesante pero poco interactivo Modo Historia, podemos encontrar: por supuesto, el Modo Arcade en todo su esplendor; el Modo Grim of Abyss, con decenas de retos que nos permitirán mejorar a nuestro personajes; el Modo Score Attack; el Modo Challenge, donde deberemos superar un total de diez retos por cada uno de los personajes del juego, y hay 35…; y, por último, pero no por ello menos importante, el Modo Speed Star Mode en el que tendremos que acabar con el mayor número de enemigos luchando de manera exquisita para poder aumentar nuestro cronómetro, que correrá en nuestra contra.

Por supuesto, existe modo online en el que podremos luchar contra juegadores de todo el mundo… si sois lo suficientemente valientes, pues los jugadores de esta saga suelen destacar por su gran pericia al mando.

A todo este alud de modos de juego hay que sumarle la aparición de siete personajes controlables nuevos: Izanami, Hibiki, Naoto Kurogane, Nine the Phantom, Es, Susano’o y Mai Natsume. Siete personajes nuevos que se añaden a un plantel ya extenso de por sí que incrementa, ya lo hemos comentado antes, a 35 los personajes seleccionables. Cada uno con sus peculiaridades en cuanto a jugabilidad, lo que lo hace un juego increiblemente amplio en cuanto a modos de lucha.

Hablemos, finalmente, del apartado técnico y sonoro: visualmente, con sus 2D para los personajes jugables y sus gráficos poligonales para los fondos de escenario, resultan en un apartado más que resultón, pero que, a estas alturas de la presente generación, necesitan un remozado (a todo esto hay que sumarle que muchos escenarios y personajes son reciclados, algo que no redunda en su favor). Tres cuartos de lo mismo sucede con el apartado sonoro, es decir, que se reutilizan muchos temas de las anteriores entregas. Esto, en sí, no es malo, y menos para alguien recién llegado a la saga, pero no hubiera estado de más una mayor dedicación a este apartado.

En definitiva, estamos hablando de uno de los mejores títulos del género de la lucha en la presente generación, con un sistema de combate pulido al máximo, pero accesible a los novatos; un argumento digno de una novela visual; plenamente surtido de modos de juegos, lo que estira al máximo la duración de el título (decenas de horas para los más completistas); y un apartado gráfico y sonoro notable que hará las delicias de los amantes de las 2D. No temáis a la profundidad y complejidad de la que hacen gala en Arc System Works porque poco a poco os adentraréis en una obra excelente, un pozo de horas en las que nunca os podréis aburrir. Lo vais a disfrutar mucho, y eso os lo dice alguien que hacía mucho tiempo que no tocaba el género de lucha.