Aragami. Explorando las sombras.

Análisis PS4

Hace algún tiempo, ya casi dos años, los catalanes Lince Works sacarón al mercado el que sería su opera prima. Un juego que comenzó como un feliz e ingenuo proyecto fin de carrera y que terminó convirtiéndose en un pequeño éxito con más de 400.000 unidades vendidas, entre PC y PS4. Por aquella época Noespaisparafrikis era poco más que un blog alojado en un servidor compartido y al que poca gente tomaba en serio, bueno no es que ahora se nos tome tampoco demasiado, y no pudimos acceder a una copia de Aragami para poder reseñarlo. Pero como se suele decir: “nunca es tarde si la dicha es buena” y aprovechando la salida de su primer DLC, Nightfall, los muchachos de Lince Works nos han mandado un código de ambos contenidos para que se haga justicia y que Aragami, junto con su DLC, tengan el análisis que se merecen.

La historia de Aragami nos transporta al Japón feudal, donde clanes se pelean continuamente en largas guerras por el control de los diferentes territorios del país oriental. Entre ellos, los clanes de Nisshoku y Kaiho, oscuridad  y luz, se disputan el territorio en una guerra que ya dura años. Yamiko ha sido apresada y encerrada por el clan Kaiho y como último recurso la joven ha invocado al Aragami, un espíritu guerrero nacido de las sombras, para que la ayude a escapar antes de que llegue el alba de la siguiente mañana. Así pues solo dispondremos de una noche para liberar a Yamiko y de paso descubrir los lazos que unen a este ser de oscuridad con la bella joven.

Y que el Aragami sea un ser nacido de las sombras no es algo meramente poético o puesto así con fines narrativos, todo lo contrario, las sombras serán el eje fundamental del juego de Lince Work que deja todo el peso de su jugabilidad en la infiltración. Para llegar a rescatar a Yamiko tendremos que atravesar una serie de niveles, hasta 13, patrullados por soldados enemigos que nos atacarán nada más vernos y ante los que nuestros poderes son del todo inútiles ya que moriremos con el primer golpe de sus espadas de luz. Para evitar el enfrentamiento directo nuestro personaje podrá usar una serie de habilidades como teletransportarnos de una sombra a otra, atravesar rejas, crear sombras donde hay luz y un amplio abanico de técnicas que nos permitirán atravesar las distintas zonas sin ser detectados por los soldados del clan Nisshoku. Evidentemente el uso de estos poderes solo se podrán llevar a cabo al amparo de la oscuridad y estos agotarán nuestra energía sombría, elegantemente reflejada en los motivos dibujados en nuestra roja capa. Esta energía también se verá seriamente mermada en presencia de cualquier fuente de luz, sin importar lo tenue que esta sea, teniendo que buscar siempre cobijo al abrigo de la noche. Conforme avanzamos en el juego y vayamos desbloqueando nuevas capacidades nuestro Aragami se volverá más mortífero, pudiendo crear una sombra justo delante de un guardia para transportarnos a ella y dar muerte a nuestro enemigo sin que este tenga tiempo a reaccionar, volvernos invisibles o crear trampas y distracciones. Esto consigue que la sensación de progresión este muy lograda y anima al jugador a que recorra el mapa eliminando enemigos y buscando nuevos secretos que le permitan desbloquear mas técnicas.

Pero un factor clave para que sea un buen juego de sigilo e infiltración es un buen diseño de niveles. Por ello los chicos de Lince Works proponen unos escenarios cuidadosamente planteados con multitud de rutas a elegir para llegar a nuestro objetivo y todos estos caminos siempre presentan un desafío para el jugador pues pocas veces habrá una ruta sencilla. Los obstáculos, las posiciones de las sombras, las construcciones donde parapetarnos o las continuas patrullas de los guardias están pensados meticulosamente para obligarnos a tener en cuenta estos factores y establecer la estrategia adecuada antes de dar un solo paso. Como resultado han conseguido hacer de Aragami un juego, que aun siendo bastante lineal, tenga las suficientes variables para que nunca hagamos un nivel de la misma manera.

El apartado grafico del juego se deja en manos del motor Unity que ya ha demostrado que es una herramienta más que eficiente. Con un estilo cartoon y gran contraste en la paleta de colores elegida estamos ante un juego visualmente delicioso. Aldeas, cementerios, bosques de bambú o los míticos santuarios sintoístas serán algunos de los lugares por donde transcurrirá nuestra aventura y están representados de manera más que solvente dando como resultado un acabado artístico con gran empaque, destacando por encima de todo el diseño del protagonista principal. Evidentemente en este apartado es donde los orígenes humildes del juego se dejan ver. Animaciones toscas y escasas, poca variedad en el modelado de los enemigos o interiores excesivamente pobres delatan la procedencia del juego pero no hay que estamos ante un juego indie. En el apartado sonoro nos encontramos al duo Two Feather, padres de la BSO de Angry Birds, y que componen para Aragami unas melodías con tintes orientales que encajan, como no podía ser de otro modo, a las mil maravillas con el juego. Decir que el juego viene subtitulado al castellano.

Terminar esta aventura nos llevará 10 horas, 15 si somos completistas, que no son pocas gracias a la rejuagbilidad del titulo buscando pergaminos y consiguiendo las mejores puntuaciones en todos los niveles, pero si esto os sabe a poco también podeis jugar al juego de manera cooperativa online. Aunque avisamos que al jugarlo de este modo el juego pierde bastante dificultad convirtiendo los niveles en poco mas que un paseo aunque tenemos que admitir que resulta muy divertido el organizar tácticas conjuntas para ir acabando con los enemigos.

Llega el turno de hablar de Nightfall, primer contenido descargable del juego, y el culpable de que estemos hablando de Aragami en esta ocasión. Concebido como precuela del juego principal llega para ampliar la historia principal y que nos transportará varios años antes de Aragami con el fin de contarnos las aventuras de Hyo o Shinobu en su misión para encontrar al “Alquimista” y la verdad que oculta el “Orbe Oscuro”.

Lo primero que hay que decir que conviene jugar primero a Aragami antes de ponerse con la expansión, disponible desde el principio, no solo para tener frescas las referencias que se hacen desde la misma al juego base si no porque a nivel jugable esta pensada para los jugadores que disfrutarón en su día del juego y con lo cual su dificultad es elevada desde los primeros compases de este DLC.

El diseño de niveles mantiene el tipo y sigue siendo igual de bueno que el original y teniendo que estar planeando continuamente nuestros pasos antes de movernos. Además este DLC trae bajo el brazo nuevas técnicas para nuestros protagonistas que amplían el repertorio de las originales. También se mantiene el diseño artístico aunque hay que decir que Lince Works consiguen sacar algo más de punto al Unity para que esta expansión sea técnicamente superior al juego original siendo esta mucho más fluida y con unas animaciones mejoradas.

Ponerse a los mandos de Aragami, o Hyo y Shinobu en Nightfall, es una experiencia más que satisfactoria. Lince Works va tomando referencias de grandes clásicos del videojuego como Tenchu y Metal Gear o actuales éxitos como Dishonored para componer un juego de aventuras y sigilo con personalidad propia y que brilla lo suficiente para destacar entre toda la marea de juegos indies que nos invaden últimamente. Una propuesta más que interesante que convierte Aragami en un excelente punto de partida para un estudio, el de Lince Works, que seguro hará grandes cosas en el futuro.